Según una entrevista realizada por el diario ABC de España al economista Daniel Lacalle, quien ha publicado recientemente «La Madre de Todas las Batallas», una extensa reflexión que cobrado plena vigencia después de la caída del importe del petróleo de los últimos meses, se puntualiza la altísima probabilidad que recae sobre Venezuela sobre el impago de su deuda.
-¿Por qué, a su juicio, se está produciendo la caída tan pronunciada del petróleo en los últimos meses?
-Lo que yo llamo la guerra de precios petrolera comienza con la decisión de la OPEP de defender su cuota de mercado y mostrar a los consumidores que son los suministradores fiables y baratos. Esto explica una parte. La OPEP no iba a aceptar caer en la responsabilidad única de ajustar el mercado. El mercado se encuentra con un exceso de suministro de 2,5 millones de barriles al día ya que los países no OPEP han aumentado año tras años su producción por encima de la demanda y EE.UU. ha llegado a producir más que Arabia Saudí y hoy importa menos crudo que en los últimos 30 años. Todo ello, añadido a que China está cambiando su crecimiento a un modelo de consumo y menos industrial hace que China importe menos materias primas.
-En este momento, se señalan las implicaciones económicas positivas de un descenso del crudo. ¿Pero qué implicaciones negativas tendrá una caída del petróleo continuada?
-Hoy en día no tiene efectos negativos. Es una gran transferencia de renta de los países productores a los importadores, pero el efecto neto global es positivo. Por supuesto si el petróleo cae por debajo de los 50 dólares por barril puede suponer recesión y problemas económicos graves entre los países productores, que pierden hasta un 50% de sus ingresos petroleros. También la reducción de inversiones de las petroleras puede desacelerar las economías occidentales, ya que el sector petrolero es casi un 20% de las inversiones totales. Aunque a día de hoy seguirán invirtiendo a niveles superiores a la media de los últimos diez años
-¿Qué relación puede tener este descenso del importe del crudo con el «fracking»? ¿Son viables los proyectos estadounidenses en la actualidad con estos niveles de precios?
-Una enorme relación. EE.UU. ya produce más crudo que Arabia Saudí y se encuentra a pocos años de ser independiente energéticamente. Según la IEA (Agencia Internacional de la Energía), el 90% de la producción de EE.UU. es viable a menos de 60 dólares por barril, y el 88% del sector tiene muy poca deuda, menos que ningún otro sector industrial. EE.UU. va a producir 9,4 millones de barriles al día. Los agoreros olvidan que los principales productores de EE.UU. son empresas con balances muy sólidos y muy potentes, y que la media de deuda de las exploradoras independientes no llega a 2,5 veces su beneficio operativo.
-¿En qué situación deja una caída de precios de petróleo continuada a países como Rusia o Venezuela?
Como explico en «La Madre de Todas las Batallas», Venezuela ya refleja una altísima probabilidad de impago. Es el país más dependiente del petróleo (90% de su economía) y uno de los que más gasta en donaciones y subvenciones políticas. Tendrá que abandonar esas políticas. Pero la mayoría de los países productores pueden aguantar años ajustando sus costes. En el libro explico que Rusia tiene enormes reservas de dólares, puede ajustar su presupuesto cortando gasto no esencial, por ejemplo, y pasar años austeros pero no desastrosos, y su precio de equilibrio de su producción es cercano a 34 dólares por barril.
Los países productores pueden cortar subvenciones inútiles y sobrevivir. El mensaje de que la OPEP necesita 100 dólares por barril para equilibrar sus presupuestos es un análisis erróneo porque dichos presupuestos cuentan con muchas partidas de gasto discrecional ajustable. No es coste de extracción ni precio de equilibrio. México tiene un coste de menos de 30 dólares por barril y el precio de equilibrio de Arabia Saudí, Kuwait o Irán está por debajo de 20 dólares por barril.