Exclusivas tiendas de licores de Caracas lanzaron en diciembre una oferta difícil de rechazar para un país amante del whisky: escocés de 12 años a mitad de precio. El inventario se agotó en horas.
La oferta llegó gracias a la liquidación que hizo el Gobierno socialista de Venezuela, que mantiene un control de cambios, de casi 22 millones de dólares a tasa subsidiada para importar bebidas alcohólicas a días de la temporada navideña.
“Ojalá llegue a tiempo porque me dicen que ya quedan pocas cajas”, comentó Pedro, quien prefirió mantener su apellido en reserva, preocupado por quedarse con las manos vacías mientras esperaba en una larga cola a las afueras de la licorería.
En el mismo mercado cambiario donde obtuvieron divisas al menos nueve importadoras de licor, incluida la multinacional Diageo, firmas de lácteos y del sector salud también compraron dólares a la misma tasa, tras esperar por meses el permiso para importar insumos a un tipo de cambio más barato.
En su afán por optimizar la distribución de las menguantes divisas mientras su popularidad está sumida en niveles mínimos desde que llegó al poder, el gobierno de Nicolás Maduro ha acabado colocando de hecho en la misma escala de prioridades a empresas de insumos médicos e importadores de artículos de lujo.
“Aquí lo que hay es un gran desorden”, dijo el director de la consultora local Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros.
“Entregan divisas subsidiadas en función del día a día y a temas que generan mucho ruido en la opinión pública, como los juguetes o el whisky, porque el Gobierno quiere dar la sensación que está venciendo la guerra económica”, agregó.
En un complejo esquema de control de cambios, Venezuela vendió divisas este año a tres precios: 6,3 bolívares por dólar para bienes prioritarios como alimentos y salud; y 12 y 50 bolívares en subastas para el resto de productos y servicios en los sistemas conocidos como Sicad 1 y Sicad 2, respectivamente.
Pero a medida que los ingresos del país petrolero han ido cayendo por el desplome en los precios del crudo a mínimos de más de cinco años, el Gobierno recortó en 48 por ciento el suministro de dólares a la tasa más económica con respecto al año previo, según dijo la firma Ecoanalítica, que asegura tuvo acceso a datos oficiales.
El precio del dólar en el mercado paralelo al oficial es de 173 bolívares, después que se depreció 40 por ciento desde principios de noviembre.
BAREMO CAMBIARIO
El recorte de dólares preferenciales forzó a la importadora de insumos médicos Meditron a detener por un año la compra de agujas para realizar biopsias de mama, un material que hasta agosto del 2013 entró en la lista de importaciones prioritarias por ser la segunda causa de muertes en Latinoamérica.
Este año, el Gobierno -que declinó a comentar sobre política cambiara para este artículo- asignó a Meditron dólares a la tasa de 12 bolívares para traer esas agujas y repuestos para equipos de radioterapia.
“Pedimos el acceso a la tasa Sicad 1 porque había tantas restricciones en Cencoex (6,3 bolívares por dólar) que las clínicas estaban quedando sin existencias”, dijo Antonio Orlando, presidente de la empresa.
En ese mercado cambiario el Gobierno vendió dólares para traer envases para el agua mineral, así como muñecas Barbies y ropa de la española Zara, del grupo Inditex, como parte de su plan “Navidades Felices”.
Multinacionales como la suiza Nestlé y la alemana Bayer confirmaron a Reuters haber obtenido parte de las divisas para sus operaciones al doble de la tasa preferencial más baja, como indicaban registros oficiales.
“Las empresas van a Sicad cuando no ven chance de recibir dólares a 6,3 bolívares”, dijo Roger Figueroa, portavoz del gremio de fabricantes de lácteos. Cinco empresas procesadoras de leche recibieron dólares en la última subasta de octubre.
Para los analistas, es un ejemplo de una devaluación “lenta y encubierta” que ejecuta el Gobierno para evitar los costos políticos de anunciar esta medida a los ciudadanos que se quejan de una tenaz escasez y la inflación más alta de América.
“La expectativa que tenemos es que en algún momento se acabará el dólar preferencial”, dijo Figueroa.
En medio de la sequía de divisas, la administración de Maduro se enfrenta a un dilema: restringir aún más los dólares o devaluar para que rindan y cumplir así con pagos de unos 10.000 millones de dólares en servicios de deuda externa, el próximo año, justo cuando los venezolanos renovarán su parlamento.
“El año que viene habrá un racionamiento de divisas al sector privado tan intenso como este año”, opinó la economista Tamara Herrera, jefe de la consultora local Síntesis Financiera. “La realidad del mercado petrolero lo obliga”.
Los que sí llegaron a tiempo fueron los árboles de Navidad. Estaban el 7 de noviembre en los puertos luego que el Gobierno otorgara dólares a tasa de cambio de 50 bolívares para traerlos, comentó Enrique Morales, un vendedor en el este de la capital.
A 5.500 bolívares cada uno, Morales vende unos 30 pinos por cada fin de semana de la temporada. La clave es el precio. “Menos mal que no tuvimos que ir (a conseguir dólares) al mercado paralelo, porque nadie los habría comprado”, comentó. Reuters