Andrés, el hijo más polémico de Isabel II, sumido en un escándalo sexual

Andrés, el hijo más polémico de Isabel II, sumido en un escándalo sexual

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El príncipe Andrés de Inglaterra, el hijo más controvertido de Isabel II, es centro de un importante escándalo en el Reino Unido al revelarse que mantuvo supuestamente relaciones sexuales con una mujer en EEUU cuando era menor de edad.

Viviana García/EFE

El tercer hijo de la reina, de 54 años, acapara desde hace días las portadas de los diarios británicos tras conocerse que su nombre apareció en unos documentos legales presentados en un tribunal de Florida y relacionados con el caso del millonario empresario Jeffrey Epstein, convicto por prostitución de menores.

Al duque de York se le vincula con una mujer que afirmó haber sido obligada por Epstein a mantener relaciones íntimas con Andrés cuando tenía 17 años, entre 1999 y 2002.

Tras conocerse la existencia de estos documentos, los periódicos, como es habitual en temas de la familia real, publicaron todo tipo de detalles, incluso una antigua fotografía en la que aparece el príncipe con la mujer, a la que Andrés la sostiene por la cintura.

El escándalo y sus imprevisibles consecuencias obligó al palacio de Buckingham a emitir dos escuetos comunicados, en los que ha negado rotundamente que Andrés mantuviera relaciones sexuales con la mujer, identificada por los medios como Virginia Roberts.

Incluso la exesposa del príncipe, Sarah Ferguson, centro también en el pasado de varios escándalos, salió en defensa del príncipe al afirmar que es “el mejor hombre del mundo”.

Según informa hoy la prensa, la que fuera esposa del duque de York salió en su defensa al hacer unas breves declaraciones cuando salía recientemente del chalet de la localidad suiza de Verbier, donde pasó unas vacaciones en la nieve con Andrés y su hija Eugenia.

“La familia York está muy unida. Siempre hemos estado unidos. Él es el mejor hombre. El mejor momento de mi vida fue en 1986 cuando me casé con él. Es un gran hombre, el mejor hombre del mundo”, declaró Sarah Ferguson, que tiene dos hijos con el príncipe Andrés -quinto en la línea de sucesión al trono-, las princesas Beatriz y Eugenia.

La mujer en cuestión afirma que las relaciones sexuales con el duque de York ocurrieron en tres ocasiones, en Londres, Nueva York y en una isla privada del Caribe propiedad de Epstein, entre 1999 y 2002, de acuerdo con los medios británicos.

La denunciante alega que el banquero estadounidense Jeffrey Epstein, amigo personal de Andrés y quien fue condenado en 2008 a un año y medio de prisión por prostitución de menores, la presentó a “amigos ricos y poderosos” como una “esclava sexual”.

Esta denuncia es la primera que puede implicar al príncipe en la red de prostitución de menores de Epstein, quien en 2008 reconoció su culpabilidad en dos de los casos en los que se le implicaba.

Además, el periódico “The Independent” afirma hoy que al parecer Epstein utilizó sus contactos “sociales y políticos” cuando era procesado a fin de evitar que la pena de cárcel fuera mayor.

Según el diario, los abogados que representan a la mujer que asegura haber mantenido relaciones sexuales con el príncipe han indicado que Andrés avaló a Epstein cuando éste buscaba alcanzar este acuerdo con los fiscales en EEUU.

Los letrados de Roberts creen que hay documentación que demuestra que varias figuras públicas, entre ellas el príncipe Andrés, utilizaron su influencia para ayudar en el proceso contra Epstein.

Siempre según “The Independent”, esa documentación incluye, al parecer, cartas de recomendación a oficiales del Gobierno estadounidense sobre el multimillonario empresario.

Esta no es la primera vez que el duque, del que los medios afirman es el favorito de Isabel II y llegó a combatir en la guerra de las Malvinas contra Argentina (1982), es centro de la polémica.

En 2011 fue retirado del puesto de enviado especial del Reino Unido para atraer inversiones extranjeras al país tras revelarse su amistad con Epstein y después de que la prensa sacara a la luz sus altos gastos a costa del contribuyente británico. EFE

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