A la expectativa y en incertidumbre. La situación que viven las casas de cambio no ha variado desde el año pasado, pues aún esperan por la autorización del Ministerio de Finanzas y el Banco Central de Venezuela (BCV) para incorporarse como intermediarios a través del Sistema Cambiario Alternativo (Sicad II), como se estableció en una resolución publicada en julio de 2014, reseña El Carabobeño.
La crisis en el sector llegó al extremo de que la autorización de esa resolución determinará si las casas de cambio siguen operando o no, porque de no ejecutarse “es difícil que el negocio continúe”, expuso César Atencio, presidente de la Asociación Venezolana de Casas de Cambio, dado que para la fecha tienen más de 10 meses sin operaciones afectando su estabilidad económica. “Los socios han puesto dinero para pagar los servicios y las nóminas”.
A la fecha, representantes del organismo se han sentado con el Banco Central de Venezuela (BCV) y la Comisión de Finanzas y Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional, pero la realidad es que desde el 7 de febrero del año pasado, las operaciones en las casas de cambio son limitadas.
“Se factura casi el 10% de lo que era para enero de 2014”, lo cual habla de una caída abrupta en los ingresos de las casas de la cambio. “Las comunicaciones con las autoridades gubernamentales hacen mantener la esperanza de que el gremio siga funcionando”.
El gremio cuenta con 12 casas de cambio activas en el territorio nacional, con más de 150 oficinas en lugares estratégicos como aeropuertos o centros comerciales y la capacidad de emplear a más de dos mil 500 personas, aunque Atencio reconoció que se han pedido a más del 70% de sus empleados.