Un antiguo director de colegio de primaria, Harold Diamond, se ha convertido a sus 80 años en el hombre más afortunado de Nueva York, al llevarse el premio de lotería más grande jamás acumulado en el estado, 326 millones de dólares.
Diamond, habitante de Wustboro, a 128 kilómetros al norte de la ciudad de Nueva York, compró el boleto de Mega Millions para el sorteo del 4 de noviembre en una gasolinera de Middletown, donde paró con su esposa.
“Mi esposa y yo estábamos conduciendo a Middletown para cenar después de la jornada electoral (comicios legislativos) pero el mal tiempo nos hizo reformular nuestros planes”, explicó Diamond hoy a la prensa local, cuando los organizadores de Mega Millions le hicieron entrega del cheque simbólico con el gran premio.
“Ella insistió en parar en la gasolinera, comer y esperar a que el tiempo se despejara y yo, reticente, acepté”, añadió.
Durante esa parada, el anciano compró un boleto de 10 dólares y, según confesó, lo metió en su cartera olvidándose casi al instante. Fue al día siguiente, cuando fue a jugar al golf y sus compañeros comentaron que se había vendido el boleto ganador en la gasolinera, cuando Diamond se dio cuenta de que era multimillonario.
“Simplemente no puedo imaginar esa cantidad de dinero”, dijo Diamond. “Nos sentimos bendecidos”, añadió el afortunado, quien se irá de viaje a Hawai con su esposa para celebrar su 55 aniversario de casados y luego planea ayudar a su familia y a su comunidad. EFE