La decisión acordada consiste en dejar inalterada la estructura de la corrupción que gira en torno al control de cambios. Pudieron más los intereses de los corruptos y los buscadores de rentas que la voluntad de Maduro de introducir algunos cambios. Es Maduro un presidente debilitado para poner en marcha las acciones que el país requiere para salir de este trance tan difícil por el cual está atravesando. Intacto el control de cambio, lo que viene ahora en una devaluación sustantiva de la tasa de cambio promedio de la economía y la rebatiña para capturar los dólares baratos a Bs 6,30 para luego revenderlos a las tasas de cambios más elevadas. Ya veremos los falsos empresarios vinculados al gobierno merodeando por Cencoex con el objeto de hacerse de los dólares baratos para luego voltearse al mercado paralelo para hacer sus ganancias infinitas.
Desaparecido el Sicad I y el Sicad II, se instaurará un nuevo mecanismo para la entrega discrecional de divisas por parte de quienes administren esos dólares escasos. Así, atestiguará el país repetición del espectáculo que ya ocurrió con el invento de Nelson Merentes, el SITME, que murió infectado por la corrupción y luego con la obra magna de Rafael Ramírez, el Sicad II, que también cayó en manos del sistema de corrupción que orbita entorno al reparto de las divisas en Venezuela.
Pero con la devaluación de la tasa de cambio promedio de la economía venderá la inflación, esa que está destruyendo la capacidad adquisitiva de los salarios y de más ingresos de la gente que trabaja o de quienes están jubilados o pensionados. Y es que con una devaluación como la que se va a aplicar en los próximos días en el contexto de una política fiscal expansionista, no hay pocas posibilidades de que Venezuela se salve de una inflación de tres dígitos.
Otro punto relevante del discurso de Maduro fue la evidencia de que no consiguió un solo dólar en su costosa gira por Rusia, China y países árabes, clamando que le prestaran dinero fresco. Todo indica que se vino con las manos vacías. En este contexto de crisis, la Unidad Democrática cada vez tiene mayores posibilidades de ser la única alternativa viable para sacar a Venezuela de esta crisis tan severa que padece.