Un abanico de inusuales personajes como payasos, boxeadores y actores se han lanzado a la arena política de México en busca de convertirse en candidatos para las elecciones locales de junio, capitalizando el desprestigio de los grandes partidos políticos.
Ya sea representando a alguna agrupación o inaugurando las recién aprobadas candidaturas independientes, los atípicos aspirantes salieron a las calles para recabar firmas de sus simpatizantes, un requisito para convertirse en postulantes.
“Nos hartamos de ellos (los políticos). Tantos escándalos y mentiras. Tiene que haber un cambio, y por eso nos decidimos”, dijo Guillermo Cienfuegos, el payaso “Lagrimita”, quien con su cara pintada de rosa y el contorno blanco de su sonrisa quiere ser candidato independiente a la alcaldía de Guadalajara, capital del estado de Jalisco, tierra del tequila y el mariachi.
México renovará el 7 de junio casi mil alcaldías, más de 600 legisladores locales y federales, así como gobernadores de nueve estados. El proceso será una prueba para el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto porque en algunas regiones estará marcado por la presión del narcotráfico.
Ninguno de los tres principales partidos políticos del país ha escapado a los escándalos de corrupción.
En estados azotados por la violencia del crimen organizado, como Michoacán, una decena de alcaldes está en prisión por supuesta complicidad con bandas dedicadas al tráfico de drogas, extorsión y secuestro.
El gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue salpicado por un escándalo desatado tras conocerse que Peña, la primera dama y su secretario de Hacienda, compraron casas que pertenecían a un grupo empresarial ganador de una millonaria licitación, para un tren bala, que finalmente fue suspendida.
Pero el conservador y opositor Partido Acción Nacional (PAN) también está desgastado por luchas internas y denuncias de que varios de sus miembros pidieron dinero a empresarios para ayudarlos a obtener contratos con el Gobierno.
El izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) no es la excepción, porque quedó seriamente lastimado luego de que su ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador abandonara la agrupación y creara su propio partido. Y la masacre de 43 estudiantes en una región donde gobierna el PRD terminó de perjudicar al partido.
POLÍTICOS, LOS PEORES
El trágico caso de los estudiantes conmovió a México. Los jóvenes fueron detenidos por la policía de la ciudad de Iguala, en Guerrero, por órdenes del alcalde perredista y fueron entregados a sicarios del crimen organizado, según la fiscalía.
El suceso dejó por el piso al PRD, que además de gobernar la ciudad lleva las riendas del estado de Guerrero. Pero también salpicó al Gobierno, al que se le acusa de haber ignorado la crisis de seguridad que viven amplias regiones del país.
“México está en un punto de cinismo… Nunca pasa nada con funcionarios corruptos, es hora de que gente que sí quiere cambiar al país se integre en las cámaras”, dijo Iris Mora, una ex seleccionada nacional de fútbol femenino y actual entrenadora que aspira a ser diputada federal por el PRD.
Los partidos políticos son percibidos como el sector más corrupto del país después de la policía, según una encuesta del 2013 elaborada por el estatal Instituto de Estadísticas (INEGI).
Otros candidatos ajenos a la política tradicional son el actor Bernabé Meléndez, “El Gatillero”, y la campeona mundial de boxeo en categoría super pluma Jackie Nava. Ambos buscan ser legisladores por Baja California, fronterizo con Estados Unidos.
Hasta el conocido ex delantero de la selección mexicana Cuauhtémoc Blanco se registró hace días como precandidato a la alcaldía de Cuernavaca.
El recientemente creado Partido Encuentro Social anunció que está buscando que Carlos Villagrán, el actor que encarnó al célebre “Kiko” en la serie “El Chavo del 8”, lo represente con alguna candidatura en el central estado Quéretaro.
“Es tiempo de que un payaso de verdad gobierne”, reza un lema de campaña de Lagrimita, “El payaso correcto”. Reuters