Alberto Rodríguez logró el Goya al mejor director por “La isla mínima”, la película favorita en esta 29 edición de los premios de la Academia de Cine, con diecisiete nominaciones, de los que consiguió diez.
Rodríguez (Sevilla, 1971) se impuso en esta categoría a Daniel Monzón con “El Niño”, a Carlos Vermut con “Magical Girl” y al argentino Damián Szifrón con “Relatos Salvajes”.
Rodríguez aseguró que recogía el Goya “en nombre de un montón de gente” que hace veinte años decidió hacer cine en Andalucía (sur de España), pese a que no había ni medios ni dinero.
“Teníamos talento, pero nos faltaba hasta el lenguaje”, dijo el realizador que dedicó su premio a la directora de producción del filme, Manuela Ocón, nominada al Goya pero que no se lo llevó. “Sin su inteligencia y esfuerzo no estaría aquí esta noche ni la película sería como es”, afirmó.
Ambientada en las marismas del Guadalquivir, “La Isla Mínima” es un “thriller” denso y envolvente en el que Javier Gutiérrez y Raúl Arévalo interpretan a dos policías enviados de Madrid a comienzos de los años 80 del siglo XX para investigar un caso de desaparición de adolescentes.
Rodríguez debutó en el largometraje en el año 2000 con “El factor Pilgrim”, una comedia codirigida con Santiago Amodeo, antes de lanzarse en solitario con “El traje” (2002) y “7 vírgenes” (2005).
Pero fue su quinta película, “Grupo 7” (2012), un “thriller” policíaco como “La Isla Mínima”, la que empezó a granjearle las mejores críticas.
Con “Grupo 7” el director sevillano logró 16 nominaciones para los Goya, aunque finalmente se llevó solo dos, por mejor actor de reparto (Julián Villagrán) y actor revelación (Joaquín Núñez). EFE