El cantarín de la DEA, ese bichito que está cotorreando de lo lindo en Washington y New York parece que se llevó unos ahorros ajenos. El fulano en cuestión era el testaferro de “ese” o mejor dicho de “aquel” o lo que es lo mismo “del tipo”. El barítono le guardaba los dineritos al “señor ese” desde el año 2003. Claro, como se la pasaban juntos, amigotes, nunca lo sospechó desde un principio. Y esa tentación es insoportable. Se dejó llevar por la codicia olvidando los Principios Morales del Socialismo del Siglo XXI. Anjá y la esposa estaba en la jugada. Era testaferra también. Así que como bien lo dijo Marx: “Testaferros del mundo uníos”
Como añoro a mis corruptos adecos, copeyanos y masistas. Eran como los tiburones; comían y dejaban sobras por todos lados para que los peces pequeños no perecieran de hambre. Recuerdo a un ministro de comunicaciones que dicen se birló 2 millones de dólares. Se hizo famoso. Ahora luce pequeño, desvencijado, disminuido, enanizado. Solo en las comisiones bancarias en las emisiones de bonos soberanos y de Pdvsa (unos 40.000 millones de dólares) los enchufados del Ministerio de Finanzas y Banco Central de Venezuela cobraron el 1,5%, que significa nada más y nada menos que 600 millones de dólares. Aquel portugués, Tobías Nóbrega, se llevó 100 millones que invirtió sabiamente en una red de supermercados en Portugal. Qué pena con Morales Bello a quien acusamos de corrupto por tener una casa en Cerro Verde. Díganme ahora que el jefe de los impuestos tiene una mansión en el Country Club. Otro dicho: “Todo corrupto pasado fue mejor”.
Estoy de acuerdo con que el decreto que permite a la soldadesca disparar a matar con armamento de cualquier calibre es “hermosísimo”. ¡Ay! Pero cómo no lo va a ser. Primero que todo fue hecho en papel glasé de buen grosor. A full color. Está enmarcado en roble pulido. Tiene filamentos de oro en sus bordes. Viene en una caja brillante con letras plateadas en relieve. Por dentro la caja está forrada de finas sedas de la India. Es una belleza. Hermosísimo. ¿Qué dice? A quién le importa. Lo trascendente aquí es el estuche, la presentación. Y allí el General Ahijado se la comió. De paso, ese gentío protestando afea las calles y da mala impresión.
Mire señor Samper, vaya usted a Estados Unidos y me investiga quiénes son los personajes detrás de la campaña contra Venezuela. ¡Caramba señor presidente! Es que no tengo visa para entrar. Carajo, entonces váyase a hablar con Raúl Castro para que le tramite una visa como si usted fuera cubano. Ándele y me avisa. Y usted señora Fiscala reúnase con el TSJ y ordene de inmediato la defensa de los venezolanos a quienes privaron de visa y le congelaron los bienes. Y de paso me declara inconstitucional todas las resoluciones del Congreso yanqui. ¡Caramba señor presidente! Es que no sabemos quiénes son los afectados. Carajo, entonces váyase a hablar con Fidel Castro para que solicite los nombres de los venezolanos sancionados. Reflexión en Miraflores. ¡Menos mal que tenemos a los hermanos Castro para resolver los asuntos de Estado!
Y así pasan los días, y yo anunciado que voy a anunciar, y tú, tú contestando quizás, quizás, quizás. Estás perdiendo el tiempo anunciando, anunciando. Por lo que más quieras … ¿hasta cuándo…hasta cuándo?