Fran Carrillo, experto en oratoria y asesor de comunicación, ve «grandes paralelismos» entre los mensajes del fallecido presidente venezolano y los discursos de Podemos, publica ABC de España.
Por M.Arrizabalaga / Madrid
El famoso «tic tac» con el Pablo Iglesias aventuró una futura «cuenta atrás» para el PP en España tras la victoria griega de Syriza lo cogió prestado del discurso de Hugo Chávez en su toma de posesión en 1999, al igual que haría después su sucesor Nicolás Maduro en septiembre de 2013. Tampoco la «casta» omnipresente en los mensajes del líder de Podemos fue un término acuñado por él. «Chávez ya la empleó antes», recuerda Fran Carrillo, director de La Fábrica de Discursos y asesor de comunicación. El 4 de septiembre de 2012, el líder bolivariano celebró el día del funcionario público felicitándose de romper «con la tradición de una casta atrincherada en las instituciones de todos» y aún pueden leerse las líneas al soldado bolivariano de su blog con referencias a «aquella casta militar corrupta y complaciente con los intereses apátridas» y «aquella casta liquidada históricamente por la Revolución Bolivariana». Durante su campaña electoral en 1998, el entonces candidato Chávez solía emplear otro término, «la cúpula», que cayó en desuso con su llegada al poder.
«Chávez utilizaba los términos que ahora emplea Pablo Iglesias. En Venezuela era la oligarquía y los yankis, aquí son la troika, las grandes fortunas…», subraya Carrillo, que ve «muchísimos paralelismos» entre ambos. «El Chávez de 1998 y el Pablo Iglesias de hoy calcan prácticamente las palabras», afirma el asesor de comunicación.
En aquel año electoral en Venezuela, el entonces candidato Chávez dijo en una entrevista con Jaime Bayly que él no era socialista, admitió que Cuba era una dictadura, aseguró que no expropiaría empresas privadas… «Eran mensajes para captar al público más centrado, como ahora hace el líder de Podemos para intentar captar al votante con reservas, con miedo, desconfiado», considera el experto en oratoria. Pablo Iglesias evita definirse «en ese eje izquierda-derecha», pese a que admite en otras ocasiones ser comunista y llega a cantar la Internacional en un concierto junto a la bandera de Lenin. O asegura que no quiere para España el modelo de Venezuela pero en su web afirma que «Podemos significa poder y democracia» y para él, tal y como dijo en 2013, «Hugo Chavez…era la democracia».
«Todo aquel que no está con ellos no es demócrata. Eso lo utilizaba mucho Chávez», explica Fran Carrillo, que aprecia un «uso y abuso de la palabra «demócrata» en los discursos de Podemos. «Son mensajes de mucha sonoridad, buscan que le resuene a uno, que impacte» y «usan mucho la técnica del contraste» mostrando al culpable e inmediatamente presentando la solución, su alternativa, continúa el experto en oratoria.
De este modo, sitúan a quien les escucha ante la disyuntiva de que «si no provocan este cambio serán cómplices de esta situación», apunta el director de La Fábrica de Discursos. «Es lo que hacen todos los populismos del siglo XX, la política más vieja del mundo: situar a la gente ante el causante de todos los males y mostrarse como la única alternativa con tener tres o cuatro eslóganes que repiten mucho. Como el contexto es proclive, su mensaje cala. Por eso ha llegado Podemos hasta ahí».
«Buscan que todos los días uno se levante repitiendo un mantra, visualizando al enemigo», prosigue el experto en comunicación, que ve en Podemos a «gente preparada» que «sabe que esos mensajes onomatopéyicos, bélicos, calan mucho».
Carrillo aprecia incluso un «autoritarismo en las formas», un tono «condescendiente» en los discursos de Pablo Iglesias. «Hay mensajes casi de perdonavidas. Es un “nosotros o ellos”», dice el asesor de comunicación que ve «formas autoritarias incluso en su organización interna», un rasgo que también les asemeja a Chávez a juicio de este asesor de comunicación.
Empoderamiento y patria
Al igual que el líder bolivariano en 1998, Podemos pretende abrir un proceso constituyente si gana las elecciones porque a su juicio los preceptos constitucionales que protegían a los ciudadanos «se han pervertido». Y sus líderes aluden continuamente en sus mensajes al empoderamiento popular, un recurso habitual en el régimen chavista.
Carrillo define a Podemos como «Despotismo ilustrado 2.0», que busca «todo para el pueblo, siempre con el pueblo, pero sin el pueblo» y se resume en: «Aquí mando yo y cuento con la gente si me dice que sí, como Chávez».
Incluso «son patriotas al modo que entendía Chávez la patria», como «mi gente, mi familia, mis amigos, mi barrio, lo que me pertenece y que otros me quieren robar» de tal modo que «todo aquel que no defiende que, por ejemplo, se paralicen los desahucios es antipatriota», señala el asesor de comunicación. Carrillo ve «curioso» que Podemos emplee el término de «patria» en sus mensajes porque la izquierda no suele usarlo en España.
«Chávez utilizaba el elemento del chándal, aunque no en sus primeros tiempos. Empezó a usarlo cuando la clase media se empobreció y vio que así se mostraba más cercano a la clase que necesitaba que le apoyara. Se rodeó de bandera y patria de forma que quien no estaba con él no quería al país», explica. Fidel Castro fue quien aconsejó a Chávez que se hiciera con una base social amplia, creciente, pobre y subvencionara que dependiera del Gobierno, asegura Carrillo, diciéndole que ésta «apoyará siempre al que le va a dar el dinero».
El chándal fue un paso más. Antes había abandonado los uniformes militares para presentarse en camisa o con traje y corbata en un intento de mitigar los miedos empresariales. También Pablo Iglesias ha evolucionado en su imagen, a ojos de este asesor de comunicación. «Al principio aparecía con barba descuidada, con pendiente, ahora se ve que se cuida más, que varía de camisas, que usa corbata aunque suelta… han detectado que tienen que convencer con un envoltorio más amable, para que la percepción visual atenúe su beligerancia a ojos de los que aún no les apoyan, para que no les vean como un peligro», señala.
Su puesta en escena «está muy trabajada, como se vio en el discurso de Sol» aunque en opinión de este experto, se le veía hablar «con ritmo desacelerado» y «permanentemente cabreado».
«El Pablo mitinero no sabe cómo hablar en un atril -continúa Carrillo-. Quiere dar una lección en cada mitin, le puede la parte de profesor». Son «mensajes ardientes, combativos, pero no tienen fondo. No se sabe qué quieren», destaca recordando por ejemplo que desde las elecciones europeas han variado en cuatro ocasiones su propuesta económica.
La suya es «una estrategia camaleónica», de adaptarse al público, según este experto. «Utiliza el discurso boomerang que consiste en replicar lo que dice la gente. Llevan los mensajes a sus laboratorios, los colorean y se los devuelven de forma que la gente al oírles piensa que hablan como ellos».
Como tertuliano, «es bueno, maneja bien el registro del titular, el tiempo y la pausa, aunque ahora lo está perdiendo porque se está poniendo nervioso», asegura, por informaciones como las que implican a Juan Carlos Monedero por sus asesorías en Venezuela.
El estratega de Podemos y uno de los fundadores del partido trabajó para el Centro Internacional Miranda como responsable de Formación, donde dirigía el «Diploma de Gobierno y Poder Ciudadano de formación de cuadros técnicos y políticos, con vistas a aumentar la capacidad institucional y política de los servidores públicos en Venezuela y Ecuador», según señala en su web oficial. También Íñigo Errejón, número dos de Podemos, fue director de la Línea de Investigación de Identidades Políticas de la Fundación Gis XXI cercana al chavismo y junto al propio Pablo Iglesias y Luis Alegre, asesoró al Gobierno venezolano desde la Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS).
«Los que le construyeron los mensajes a Chávez son los de Podemos», asegura Fran Carrillo. «Los conozco bien, porque yo también trabajé en Venezuela con los otros», añade recordando su estancia en el país latinoamericano como asesor de la oposición.
«El llamado “socialismo del s. XXI” es un invento de Monedero y compañía», afirma este experto para quien hubo «un Chávez antes, durante los primeros años, y otro después» , a partir de que se declarara abiertamente socialista en 2005. «En esa deriva está Podemos. Son los que han inventado el socialismo del s. XXI que quieren imponer ahora en España», asegura.
«Como partido Podemos no tiene pasado, pero sí sus dirigentes y su mayor adversario actualmente es la hemeroteca. Hay muchas declaraciones que definen lo que piensan y lo que harían si llegaran a mandar», concluye.