Ser joven es tener sueños, es pensar en ser buen hijo, es estudiar, es enfocarse en tener una profesión, significa tener una familia, una casa donde refugiarse y agrandar esos sueños diariamente, es querer procrear algún día. La juventud no debe interrumpirse por nadie, no se puede frustrar los anhelos de los que siempre le gritamos “son el futuro de la patria”… Particularmente no utilizo esa frase, los jóvenes son el presente para el futuro de su país.
El 12 de febrero de 1814 en La Victoria, estado Aragua, se escenifica una Batalla entre José Félix Rivas y José Tomás Boves, el primero acompañado por jóvenes seminaristas y estudiantes universitarios, entre ellos estudiantes de Santa Rosa de Lima en Caracas. Antes de entrar en esta Batalla tan importante para la historia de Venezuela, José Félix Rivas arengó de manera fuerte y decidida a esos adolescentes que lo acompañaban gritando a viva voz las siguientes palabras:
“Soldados: Lo que tanto hemos deseado, realizará hoy: He ahí a Enrique, cinco veces mayor es el ejército que trae a combatirnos, pero aún me parece escaso para disputarnos la victoria. Defendéis del furor de los tiranos la vida de vuestros hijos, el honor de vuestras esposas, el suelo de la patria; mostrales vuestra omnipotencia. En esta jornada que será memorable, ni aun podemos optar entre vencer y morir: necesario es vencer, viva la República”.
Esta es la expresión completa para quienes utilizan de manera equivocada el recuento de las frases más importantes de nuestros héroes.
La batalla comenzó a la aurora y persistió durante todo el día en las diferentes calles de la poblada, los republicanos construyeron una impresionante resistencia al empuje de las tropas realistas, ya en la tarde la batalla aún no se había decidido por ninguno de los dos bandos. Cuando la refriega arreciaba los patriotas recibieron un refuerzo de 220 soldados de caballería al mando de Vicente Campo Elías, venían de San Mateo, y pudieron romper el cerco de los realistas, horas después huyeron cobardemente, perseguidos por los jinetes republicanos, la intención que se propusieron, de cortar cualquier tipo de comunicaciones entre Caracas y Valencia, había fracasado. La victoria de los jóvenes estaba allí, con el ímpetu y la inteligencia que los caracterizó, por eso el Libertador Simón Bolívar le concedió a Rivas el título de El Vencedor de los Tiranos.
Han trascurrido 201 años del glorioso Movimiento Estudiantil Universitario encabezado por los hijos de Venezuela, están con su pecho erguido en defensa de una democracia maltrecha donde se quiere colar un modelo político influenciado por el Castro Comunismo que ellos, esa juventud privilegiada que nace de nuestra patria, no aceptará jamás que le maten sus sueños de esperanzas para tener libertad, justicia y progreso, por ello no descansarán junto a sus padres y hermanos a consolidar la batalla que impone estos tiempos, tiempos de extrema y delicada situación política, económica y social, por erradas decisiones y acciones de quienes dirigen en mala hora los destinos del país desde Miraflores.
La conmemoración de esta gesta patriótica escenificada en los campos de La Victoria no es bajo ningún aspecto, momento para la celebración, más bien para la reflexión y decidida lucha hasta vencer a quienes quieren frustrar el futuro de los hijos de Venezuela, cosa que jamás van a lograr, porque un pueblo unido, es más fuerte que la mano y el látigo podrido de quien temporalmente pueda dirigir los destinos de una nación.
Hoy exclamo a viva a voz y con la mayor contundencia posible la liberación de los estudiantes que se encuentran sometidos tras los barrotes que oprimen su libertad en las mazmorras del régimen. Libertad ya para los presos, perseguidos y exiliados políticos. Honor a quien honor merece, gloria a los jóvenes caídos el pasado 12 de febrero, Robert Redman y Bassil Da Costa, estudiantes universitarios, soñadores de nuestras casas de estudios, paralizados por el régimen, la injusticia acabó con sus vidas, pero nunca con el recuerdo y el respeto de quienes acá nos quedamos con su lucha que es la misma nuestra, serán nuestras guías de paz, fe y esperanza para un pueblo que no se doblega, hoy le rendimos honores.
Finalizo con las palabras del grande Nélson Mandela: “Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo”.
@RichardBlancoof
Diputado por Caracas a la Asamblea Nacional
Ex preso político
Presidente encargado de ABP