Las tan esperadas medidas económicas del gobierno por fin llegaron. Se trata de una macro devaluación escondida en dos tasas de cambio oficiales. Aparentemente se van a mantener tasas de cambio preferenciales para favorecer las importaciones de alimentos y medicinas. En 2014, el gobierno sostuvo el dólar en Bs. 6,30 para las importaciones de alimentos y sin embargo el alza de los precios de esos bienes fue más de 110,0%. Ello sugiere que un tipo de cambio fijo no es garantía de que la inflación vaya a disminuir.
Las acciones del gobierno consisten básicamente en lo siguiente. En primer lugar, eliminar de la lista de bienes que hasta 2014 recibían dólares a Bs. 6,30 a un conjunto de productos y traspasarlo al dólar de Bs. 12,0, con lo cual se ha consumado una devaluación de la moneda. En segundo lugar, descartar el dólar SICAD II que se cotizaba a Bs. 52,0 y aquellas importaciones realizadas a esa tasa de cambio serán trasladadas a una tasa libre, llamado mercado marginal. Y en tercer lugar, crear un mercado marginal, que funcionaría según las odiadas leyes de la oferta y la demanda. El precio de este dólar arrancó costando Bs. 170,03.
Acá conviene recordar lo que han sido los anuncios previos del gobierno en materia cambiaria. En junio de 2010, establecieron el SITME, para adjudicar divisas a una tasa ligeramente mayor que la tasa oficial. Dijo Nelson Merentes en aquella oportunidad que ese sistema duraría al menos cien años y en realidad feneció, víctima de la corrupción y de las propias insistencias de ese esquema. Luego, Jorge Giordani y Nelson Merentes en marzo de 2013, anunciaron el SICAD I mediante un mecanismo muy complicado de subasta y el mismo tuvo que ser eliminado y sustituido por otra modalidad para, finalmente, en abril de 2014, lanzar Nelson Merentes y Rafael Ramírez el SICAD II, con lo cual se “pulverizaría al mercado paralelo”. Ese mercado no tendría topes a la compra y su tasa fluctuaría. Ni lo uno ni lo otro y el SICAD II acaba de ser eliminado. Estos son los antecedentes de este nuevo esquema de asignación de divisas.
Durante años el gobierno estuvo satanizando al mercado paralelo de divisas, acusando a quienes en él participan y sobre diciendo que ese dólar no existía. Ahora sucede que la cotización del dólar en el mercado marginal creado por el gobierno, toma como referencia al dólar paralelo que antes habían negado. Con un dólar ya costando oficialmente Bs. 170,03 se ha consumado la mayor devaluación del bolívar en la historia de Venezuela, con lo cual la inflación va a aumentar rápidamente.
Ello ha propiciado una división de los venezolanos en dos grupos. Uno minoritario que recibe ingreso en dólares, por distintas vías, que ahora viven en el país más barato del mundo y el otro grupo, el mayoritario, con ingresos en bolívares, depreciados por la inflación y la devaluación, que viven en el país más caro del mundo y cuyos salarios reales han caído significativamente.
Este socialismo venezolano es muy peculiar: enriquece a quienes tienen dólares y empobrece a quienes tienen bolívares.