Lapatilla
Una imagen vale más que mil palabras.
Una niña llora en el regazo de su madre. Quiere ver a su papi…no la dejan. Ya hace un año que llora todos los día la ausencia de su papá e incluso pregunta si es que se va a morir en la cárcel. Es Manuela López Tintori, hija de Leopoldo López.
Un preso por pedir cambio ya. Ese es Leopoldo López. El líder de la organización política Voluntad Popular, uno de los mejores Alcaldes de Venezuela, calificado así por la Asociación Mundial de Alcaldes y el hombre al cual le tiene miedo
el régimen de Nicolás Maduro.
El 12 de Febrero de 2014 la ciudad de Caracas se sumó a las protestas que en varias ciudades del país se produjeron contra la escasez de productos básicos, la inflación, los altos índices de violencia delictiva, la crisis de salud, la persecución contra la libertad de expresión y las detenciones arbitrarias de estudiantes. 12 de Febrero es una fecha simbólica para los venezolanos, se celebra el día de la Juventud en conmemoración de la la Batalla de la Victoria que el independentista José Feliz Ribas, junto a unos mil estudiantes comandara y ganara. Así pues, que ese día es fecha contestataria y de rebeldía para el país.
Ese miércoles 12F, miles de personas se lanzaron a la calle en búsqueda de una salida al desastre en el que se hunde Venezuela. La concentración se inició en la Plaza Venezuela desde donde se dirigieron en forma pacífica hasta la sede principal del Ministerio Público para hacer entrega de un documento. En otras ciudades del país jóvenes, sociedad civil y organizaciones políticas también se concentraban en calles y avenidas. Los medios audiovisuales nada decían de esas protestas, solo se limitaban a transmitir un acto que realizaba el señor Maduro en una zona popular de Caracas en el que se vió poca asistencia.
Alrededor de 1:45 de la tarde de ese día logramos entrevistar a Leopoldo López quien afirmaba : “todo ha sido pacífico porque no se ha presentado ni la policía ni la guardia ni el ejército y eso quiere decir que la situación de violencia que se genera es provocada por el gobierno. En este momento viene avanzando un piquete de las policía y esperamos que no sean ellos los promotores de la violencia que nosotros hemos rechazado, mantenemos con firmeza la paz , la tranquilidad y la no violencia durante la jornada del día de hoy”. http://www.mediafire.
2:30 pm Comenzaban a retirarse de los alrededores de la Fiscalía los estudiantes y marchistas cuando por las redes sociales los venezolanos conocimos de la represión y violencia que se generaba en el sitio por grupos armados y funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), resultando muertos de bala en la cabeza el joven Bassil Da Costa y Juan Montoya, este último, líder de “colectivos sociales”.
Una vez más, el régimen en voz del Ministro de Interior, Justicia y Paz para la fecha, General Miguel Rodríguez Torres, criminalizaba la protesta, calificándola de “conspirativa, inconstitucional y violenta” con unas manos extranjeras.
Como es ya una constante en este país de Suramérica, el régimen revolucionario, primero de Chávez y ahora de Maduro, volteaba para los lados, señalando y acusando a otros de sus crímenes.
El 13 de Febrero, la justicia del régimen libraba orden de detención contra Leopoldo López. La Jueza 16 de Control de Caracas, Ralenys Tovar, ordenaba su apresamiento y el allanamiento a su residencia. Funcionarios del SEBIN se presentaron paralelamente en la sede de Voluntad Popular ubicada en una zona del este Caracas y sin ninguna orden judicial, procedieron allanarla de forma violenta.
El 18 de febrero de 2014, acompañado de militantes de su organización política, líderes de oposición, estudiantes y sociedad civil, Leopoldo López se entregó a
funcionarios de la Guardia Nacional “no me voy a ir de Venezuela nunca” afirmaba López entre el forcejeo de los funcionarios y quienes querían abrazarle, “esta lucha si es por nuestros jóvenes, sí es por los estudiantes, por los reprimidos, por los encarcelados, por todo el pueblo de Venezuela que hoy está sufriendo colas, escasez, por los jóvenes que no tienen empleo ni futuro”, agregaba a travez de un megáfono.
Adentro de esa celda en la cual ya lleva un año, cada cierto tiempo irrumpen encapuchados para humillar y maltratar al preso. Encerrado allí esta un venezolano de excepción. Un hombre de temple. Preparado para la gestión publica en la universidad de Harvard, reúne atributos importantes en un potencial presidente: capacidad de análisis, dedicación a toda prueba, sagacidad, hacedor de equipos y con marcada vocación de servicio.
Leopoldo es el preso político de mayor simbología. Para resistir tiene a su lado a una familia unida monoliticamente y especialmente, a una mujer que es a la vez, activista, portavoz y madre. Leopoldo es un icono de lucha por la libertad y un ejemplo de resistencia. Un año de oscuridad se traduce en autoridad moral sin limites.
#liberenaleopoldo
@NituPerez
