Cada día se reafirma ante el mundo la condición despótica de los que mandan en Venezuela, liderados por el talante irrespetuoso Nicolás Maduro ante la ley, su actuación violenta contra el Estado de Derecho y su intolerable ataque hacia la oposición. La administración de Maduro es actualmente incoherente e indecisa porque perdió la confianza de sus amigos, ya no inspira nada al chavismo, al cual también tiene condenado a las colas y a la escasez. La sombra de Chávez lo aplasta e intenta diferenciarse de él, desplazando a todo aquel que huela a su mentor.
La pelea interna es a cuchillo al punto que algunos esperan impacientemente para lanzarse al ruedo político para querer devolverle al PSUV el esplendor perdido. Una tarea difícil por no decir imposible. Esos que abrigan tristes esperanzas de gobernar propondrán una revolución de la revolución como una especie de salvavidas. Los chavistas están muy preocupados por la crisis económica y la alta corrupción que Maduro desestima, al mismo tiempo que se traga la Revolución de Chávez, la misma que cae a pedazos a una velocidad que nunca esperaron. Lo cierto es que la nación vivirá una epidemia de libertad y el chavismo lo sabe, porque observa concentraciones ínfimas y cuentan con un supuesto líder que no despierta ninguna emoción.
El madurismo se prepara para afrontar su conflicto más serio y profundo, no hayan que hacer con el mundo que se les viene encima. Esas son las razones para entender lo que pasa hoy, es realmente vergonzoso haber convertido a Ramo Verde en la terrible Guasina de la dictadura. Pero por encima de todas las cosas que ocurren en el país, solo existe un camino para lograr el cambio plural, pacífico y constitucional, el cual consiste en la unidad de las dos Venezuela. Tenemos que persistir en integrarnos en una misma lucha con los seguidores descontentos del chavismo para conformar juntos una nueva mayoría diversa.
La lucha por el cambio no será un camino de rosas, ningún trapo rojo podrá descarrilar la lucha por el cambio que ocurrirá por vía pacífica y electoral. La ruta del éxito nos exige convencer a la gente en las calles, caseríos, urbanizaciones, barrios, municipios y estados de toda Venezuela con estrategias, organización, disciplina, pero sobre todo hay que lograr verdadera unidad entre los venezolanos y así obtener los votos para golpear a este régimen que tanto abusa, por ello, Ramo Verde ni ninguna Guasina podrá amedrentarnos.
Twitter @joaquinchaparro