Amnistía Internacional lamentó este miércoles la muerte del joven Kluiverth Roa de 14 años asesinado en el estado Táchira por un funcionario de la Policía Nacional Bolivariana mediante una declaración pública.
En el texto titulado “Venezuela: Ni una muerte más en protestas” manifestaron preocupación a que sigan aumentando las muertes y la violencia en el país.
Amnistía Internacional Declaración Pública: Caso Táchira
Amnistía Internacional lamenta la trágica muerte de Kluiverth Roa Núñez de 14 años durante una protesta contra el gobierno en San Cristóbal en el Estado de Táchira y urge a las autoridades a realizar una investigación exhaustiva e imparcial y que todos los responsables sean llevados ante la justicia. Un miembro de la Policía Nacional Bolivariana está siendo acusado de su muerte, aparentemente por disparar directamente contra los manifestantes, algunos de los cuales, indican que habrían lanzado piedras y cócteles molotov a los cuerpos de seguridad.
Amnistía Internacional teme que la violencia se intensificará y más vidas se perderán si las autoridades no envían un claro mensaje de que no se tolerará el uso excesivo de la fuerza y que la libertad de expresión, reunión y asociación serán respetadas pues son la piedra angular de un Estado de Derecho.
Los eventos durante las últimas semanas en las que se ha reportado un uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad durante protestas, la detención del alcalde de Caracas, un juez y un abogado y los casos de al menos cuatro estudiantes que han sido encontrado muertos en circunstancias desconocidas, hace pensar que la situación se está deteriorando rápidamente.
Entre febrero y julio del año pasado, 43 personas murieron y casi 900, incluyendo 300 policías, resultaron heridas durante las protestas que convulsionaron el país y que se iniciaron en el propio San Cristóbal. Al día de hoy, 41 personas permanecen detenidas, 27 de ellas civiles. Un año después de estos acontecimientos cientos de víctimas de violaciones graves de derechos humanos siguen esperando justicia y hasta la fecha nadie ha sido condenado como responsable por ninguna de las muertes durante las protestas.