En vista de la falta de interés que han tenido las autoridades de la Universidad Gran Mariscal de Ayacucho (UGMA) hacia sus estudiantes para resolver el tema de la inseguridad dentro de sus instalaciones, la mayoría de estos jóvenes en compañía de profesores, personal administrativo y mantenimiento, se atrevieron a cerrar este miércoles las tres sedes que funcionan en Guayana como medida de protesta. Elias Rivas/ NPG
Y es que el viernes pasado, sobre las 9 de la noche, dos sujetos armados ingresaron a la sede en Unare, específicamente a la sección D3-8 -en medio de una exposición-, donde lograron despojar a los estudiantes de sus pertenencias, mientras que a la profesora la postraron contra el piso con tonos amenazantes.
Según declaraciones de Samuel Paredes, estudiante de cuarto año de Derecho, la universidad contaba -para ese momento- con un solo vigilante, siendo el turno nocturno uno de los más concurridos en materia delictiva.
“Aquí tienen que pasar las cosas para que hagan algo. La directora María Ramos vino hasta Unare, conversó con nosotros y aprovechamos entregar una propuesta para solventar este problema. Ella quedó en comunicarse con las autoridades en Anzoátegui y darnos respuesta, pero hasta ahora no lo ha hecho”, comentó Paredes.
En ese documento, los estudiantes exigen levantar una cerca en la entrada del núcleo de Unare, aumentar la vigilancia privada y colocar una reja eléctrica para el estacionamiento, pues en este lugar, es donde ocurren mayores atracos.
Medidas fallidas
Leydis Cedeño, estudiante de Derecho, mencionó además que a pesar de tener carnets de identificación y el brazo bascular de seguridad, la vigilancia nunca hace uso de ello y dejan pasar a “quien sea” sin revisar quiénes son.
“Aquí (UGMA-Unare) colocaron un “brazo de seguridad” en el estacionamiento y de igual manera, pasa todo el que quiere, no piden carnet, no piden nada”, agregó.
Entre los últimos meses de 2014 y lo que va de 2015, han sido víctimas de la delincuencia en reiteradas oportunidades.
Cabe recordar que el pasado mes de noviembre, cuatro estudiantes -también de la sede Unare- tuvieron su encuentro con dos malhechores que ingresaron al lugar conocido como “anexo”, cerca de la cancha deportiva. Allí les robaron teléfonos celulares y otras pertenencias.
Días después, una profesora fue despojada de su camioneta y días después intentaron robar a otras.
Un hecho más trágico en 2013, cuando un estudiante de Administración -también de la sede Unare- fue baleado dentro de estas instalaciones, mientras conversaba con sus compañeros justo al salir de clases.
Desde ese entonces solicitan con premura la presencia de Edgar Ortíz, rector de la sede principal ubicada en Barcelona, estado Anzoátegui.
Centro Cívico cerrada
Las acciones tomadas por los estudiantes de la UGMA Unare se desplegaron a las sedes de Centro Cívico y San Félix, pues desde ayer éstas dos también permanecerán cerradas hasta tanto reciban respuestas concretas de las autoridades universitarias.
Con pancartas alusivas a sus reclamos, consignas y santamarías abajo, la UGMA del Centro Cívico mantuvo a la comunidad estudiantil dentro de sus instalaciones, buscando ser escuchados por la directora María Ramos.
Un equipo reporteril de Nueva Prensa de Guayana se trasladó también a este sitio para evidenciar la molestia de estos jóvenes, víctimas de la delincuencia “casi todas las semanas”.
Wendys González, estudiante de Derecho, aseguró que si es necesario impedirán las inscripciones, dejarán de pagar las mensualidades y tomarán acciones más severas, hasta tanto no brinden soluciones al tema de la inseguridad.
“Estamos cansados. Los alumnos salen y les roban los teléfonos, sus pertenencias. Esos mismos que los roban los vuelven a robar todas las semanas, los persiguen. En los salones no nos dejan tranquilos, ¿Cómo tú le pides a un estudiante que entre a clases mientras piensa que en cualquier momento pueden llegar a ponerle un arma en la cabeza? Los profesores afectados tampoco van a dar clases”, aseveró la estudiante.
Por su parte Marcos Vera, estudiante de Derecho, reiteró la importancia de que Ortiz haga acto de presencia en Guayana, porque aparte de la inseguridad que los está azotando dentro de las instalaciones, también está el tema de infraestructura, consejo extraordinario, para renombrar cargos dentro de la universidad que están vencidos y el centro de estudiantes.
Autoridades se pronunciaron
Ante el revuelo que se armó dentro de la UGMA Centro Cívico, un grupo de estudiantes pertenecientes al movimiento Somos UGMA, lograron conversar con la directora María Ramos.
En dicha reunión, Ramos acordó cumplir las propuestas planteadas por los afectados. Sin embargo, les dio a entender que son las autoridades policiales, el Gobierno regional y municipal, los que deben hacer algo por la inseguridad que viven todos los habitantes de esta ciudad, no solo los estudiantes.
Ciertamente se levantará lo más pronto posible un cercado frente a la sede de Unare, por ser la más avistada por delincuentes.
Formarán una Brigada Universitaria integrada por los mismos funcionarios policiales que reciben clases en esta Alma Mater y desde Unare despacharán a otros uniformados para resguardar las otras sedes.
La directora regional aprovechó para hacer un llamado al alcalde de Caroní -alumno de esta institución- para que colabore con el alumbrado de la calle Guanipa frente a la referida sede, pues en horas de la tarde queda completamente a oscuras y desolada.
Prometió que Edgar Ortíz estará conversando con toda la comunidad universitaria el próximo viernes 27 de febrero. Para estos días no ha podido hacer acto de presencia, según Ramos, por problemas de salud.
LAS CIFRAS
4.280 estudiantes se forman profesionalmente en la UGMA-Guayana
500 docentes imparten sus conocimientos en esta universidad
17.822 bolívares cuesta un año en la carrera de Derecho
12.800 bolívares está costando un semestre en la carrera de Ingeniería
11.060 bolívares debe pagar semestralmente si desea estudiar Administración o Economía
Posición de Estudiantes
Concluida la reunión -a puerta cerrada- con María Ramos, directora de la UGMA, los estudiantes aceptaron sus palabras. Sin embargo, no cambiarán su posición en el reclamo, ni cesarán la protesta en la universidad, hasta tanto no se inicie lo acordado. Uno de los estudiantes que ingresó a la reunión acotó que no es primera vez que Ramos manifiesta estar de acuerdo con los jóvenes para salir del paso, pero al darle plazo de días para que cumpla con lo prometido más bien hace todo lo contrario.