2015, el año del reloj inteligente

2015, el año del reloj inteligente

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Desafiando el escepticismo y el estigma de ser consideradas sólo para excéntricos, las firmas de teléfonos móviles buscan convertir este año en un éxito de ventas los relojes conectados por internet a los smartphone.

por Roland Lloyd Parry/ AFP

Numerosos modelos salieron al mercado en el último año, pero en 2015, apuntan los analistas, se asistirá a una eclosión, con los fabricantes compitiendo por hacer los relojes y otros objetos de tecnología ‘ponible’ o ‘wearable’ más elegantes y prácticos.

El lanzamiento del primer “reloj inteligente” del gigante estadounidense Apple en abril marcará “un punto de inflexión para los ‘wearable'” en 2015, señala el grupo de investigación CCS Insight en un informe.

Antes de esa presentación, los rivales asiáticos de Apple desvelarán esta semana en el Mobile World Congress de Barcelona sus relojes de muñeca conectados a internet.

La surcoreana LG lanzó el Urbane LTE, su primer reloj de lujo completamente conectado que puede realizar o recibir llamadas, ya sea a través de unos auriculares inalámbricos o bien hablando directamente a la muñeca.

A diferencia de la mayoría de modelos, el robusto Urbane LTE tiene su propia tarjeta SIM con conexión móvil y puede utilizarse para llamar sin necesidad de estar vinculado a un smartphone.

El gigante chino Huawei también presentó un lujoso reloj: un aparato circular de acero inoxidable que puede recibir mensajes de texto, correos electrónicos y notificaciones de llamada al mismo tiempo que calcula el ritmo cardíaco y las calorías consumidas.

El sector estudia expectante si los relojes serán los primeros artilugios de la tecnología ponible capaces de alcanzar realmente un mercado de masas, algo que de momento se antoja complicado.

“En los estudios de consumidor que hemos hecho, hemos preguntado para qué sirve un reloj inteligente y no tenían ni idea”, explicó Ben Wood, director de investigación en CCS Insight.


– Moda y tecnología – 

Con todas las grandes compañías de móviles apostando por estos productos, las marcas de moda también intentan contribuir para diseñar un artilugio más atractivo.

Varios fabricantes suizos de relojes y de moda como Guess han lanzado sus diseños, mientras que la joyería Swarovski incrustó sus preciosos cristales en algunos ‘relojes inteligentes’ para darles una apariencia de lujo.

“La mayoría de ‘relojes inteligentes’ en el mercado son muy voluminosos y se parecen más a una pieza tecnológica que a un objeto de moda”, dice Kevin Curran, un especialista en telecomunicaciones de la Universidad de Ulster.

“Esto va a cambiar a medida que las compañías se concentren más en el diseño y hagan unos artilugios más discretos”, pronosticó.

Con sus relojes circulares, LG y Huawei se posicionaron en el mercado como productos de lujo, tratando de marcar distancias con el diseño cuadrado desvelado en los preestrenos de Apple.

“Pretendemos crear relojes que puedan competir en tu muñeca con un reloj mecánico de lujo”, dijo el director de LG para Reino Unido e Irlanda, Andrew Coughlin.

Sin embargo, los estrenos de esta semana en Barcelona pueden quedar eclipsados por el lanzamiento de Apple el próximo mes.

La compañía californiana prevé distribuir alrededor de cinco millones de sus iWatches en la primera remesa.

“Todo el mundo está mirando qué pasa con ello. Nosotros estimamos que pueden vender unos 20 millones de relojes este año”, dice Wood.

Esta cifra dejaría en ridículo los cientos de miles de relojes de otros modelos que se podrían vender hasta entonces, según los cálculos de los expertos.

Pero los relojes son únicamente una categoría de la tecnología ponible que las compañías intentan vender a los usuarios para utilizar con sus teléfonos móviles como cintas para hacer deporte, colgantes o incluso juguetes sexuales.

Hasta ahora, las más exitosas fueron las relacionadas con el ejercicio físico: cintas que miden la frecuencia cardíaca, las calorías quemadas, la calidad del sueño y otras informaciones y las envían a una aplicación del teléfono del usuario.

Curran afirma que en 2014 se vendieron alrededor de 90 millones de ‘wearable’. Este año, pronostica, la cifra podría alcanzar los 200 millones.  AFP

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