Barrios de Ciudad Guayana, blancos de la desidia gubernamental

Barrios de Ciudad Guayana, blancos de la desidia gubernamental

NPG
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Vivir en los diferentes barrios de Ciudad Guayana significa cientos de problemas aún sin resolver, una promesa que nunca se cumplió y finalmente subsistir en calamidades ante la ausencia de un gobierno que no asume las responsabilidades que le corresponde, al no dar respuestas a las comunidades que lo necesitan. Osmarys Guilarte/ NPG

Tal es el caso del sector Sabana Linda en Puerto Ordaz, donde residen más de 300 familias que anhelan vivir con todos los servicios básicos, seguridad garantizada y la atención de los entes del Estado cuando presentan algún problema.

“Al ritmo que vamos creo que esto será imposible, estamos cansados de hacer reiteradas solicitudes en la Alcaldía y la Gobernación, pero allí parece que son ciegos y sordos, no nos hacen caso, seguimos viviendo igual que al principio  cuando fundamos estos terrenos; no se justifica que nos tengan así, pagamos impuestos para qué si no sabemos en qué se gastan”, comentó un morador de la zona.

Por su parte, Yoesca Piñón comentó que a pesar de tener agua potable el aseo urbano no funciona, razón por la cual los vecinos han tenido que acostumbrarse a quemar sus desechos sólidos o trasladarlos hasta la avenida principal. “Sabemos que contaminamos el medio ambiente pero no hay de otra, no es justo contar con un servicio y con el resto no”, añadió.

Del mismo modo refirió que sufren de constantes apagones,  pues no cuentan con un transformador que les suministre la electricidad directamente y tienen que tomarla de zonas aledañas, “es horrible vivir así, los electrodomésticos corren el riesgo de dañarse y están super costosos. Necesitamos con urgencia que nuestra comunidad entre en un plan gubernamental que acabe con nuestras carencias, basta de tenernos viviendo en la desidia”, expresó Julia Rosales, residente del lugar.

En pésimas condiciones

Tras recorrer diferentes calles de la comunidad se logró visualizar el pésimo estado en el que se encuentran, aunado a la cantidad de huecos que las adornan. Según los vecinos, tienen años esperando que el proyecto de asfaltado que inició con la restauración de las carreteras principales se culmine y toda la comunidad sea beneficiada.

“Cuando llueve hay lagunas de charcos, no podemos salir de nuestras casas, si lo hacemos tenemos que estar seguros que vamos a llegar con los zapatos y parte de los pantalones sucios, si no nos toca enrollarnos para poder llegar a la avenida; es una aventura lo que vivimos. Pero no tenemos de otra, conseguir un terreno es difícil, peor aún una vivienda”, precisó Yaniuska Mota.

María Ponce, afectada, indicó que otra de las problemáticas que los mantiene agobiados es la falta de transporte público, pese a que las avenidas principales están asfaltadas, razón por la cual tiene que caminar más de 500 metros para abordar una unidad colectiva.

“La Gobernación debería habilitar un autobús para que cubra la ruta interna en el sector, muchas veces ponemos en riesgo nuestras vidas cuando nos dirigimos hasta la parada, queremos que esta institución vea nuestra necesidad y se aboque a tomarla en cuenta, si nosotros sufrimos, imagínese los más pequeños de la casa cuando van al colegio”, dijo Ponce.

Además, exige a la máxima autoridad de la Alcaldía de Caroní disponer del recolector de basura dos veces a la semana, con el fin de evitar que un terreno sin oficio situado en la barriada se preste como mini Cambalache, de igual manera como madriguera de la delincuencia. Asimismo, dio a conocer que dichas tierras supuestamente están destinadas para la construcción de una cancha, un Centro de Diagnóstico Integral (CDI) y un Simoncito, pero hasta la fecha aún no han hecho nada.

“¿Qué están esperando, que invadan este lugar? Si hay un proyecto ejecútenlo, no esperen que dejen un cadáver allí, así como dejan carros picados, sólo para eso se presta. Muchas veces tenemos que limpiarlo, nos da miedo que la maleza crezca y se pueda esconder algún delincuente para luego atacarnos, puntualizó la vecina.

Inseguridad reinante

Escuchar el sonido de una moto alerta a los moradores de la zona, pues hay un grupo hamponil que se desplaza en este tipo de vehículo causando pánico en el barrio. Según los residentes, a toda hora del día los mantienen azotados, al punto que han hurtado en varias residencias ante la ausencia de sus propietarios.

“Da miedo vivir aquí pero no hay de otra, pedimos a los entes policiales que realicen patrullajes constantemente por esta zona, es muy malo salir de tu casa y toparte con un cadáver en plena vía pública. Si la policía nos prestara su apoyo no se registraría este tipo de incidentes”, agregó Ponce.

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