Poner imágenes a la vida y obra literaria de Santa Teresa de Jesús, a todo lo que dejó escrito, que tiene un valor “incalculable”, es el objetivo de la gran exposición que desde mañana se puede ver en la Biblioteca Nacional, bajo el titulo “Teresa de Jesús. La prueba de la verdad”.
Una exposición que inauguran hoy los Reyes de España, con motivo de la conmemoración del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa, que se cumple el 28 de marzo, y que ha sido organizada por Acción Cultural Española y la Biblioteca Nacional con la colaboración de otras instituciones y 22 conventos, que ha aportado piezas que se ven por primera vez.
Más de 110 piezas entre libros, grabados, esculturas y varios vídeos muestran la “inmensa riqueza de su vida, su labor como fundadora y, sobre todo, la originalidad y belleza de su obra literaria”, en un muestra comisariada por Rosa Navarro Durán, filóloga y Catedrática de Literatura Española de la Universidad de Barcelona y Juan Dobado Fernández, carmelita descalzo, licenciado en Historia del Arte y director del Museo de San Juan de la Cruz.
La exposición narra la vida de Teresa de Jesús a partir de su obra escrita y las palabras toman cuerpo para el visitante que comparte así el pensamiento de esta mujer “única” y “trasgresora”; lectora desde niña, que fue perseguida por el Santo Oficio, y pionera en la escritura testimonial y biográfica con “El libro de la vida” o “camino de perfección”.
Obras del Museo del Prado, de Patrimonio Nacional, de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando y 22 conventos, entre otras instituciones, conforman esa gran exposición que se abre con una obra de Rubens, un cuadro de Santa Teresa, prestado por el Museo Roitman de Rotterdam.
Alonso Cano, Zurbarán o Rivera son algunos de los grandes autores que realizaron cuadros de la religiosa carmelita y que se conservan en medio mundo, en palabras de Juan Dobado.
La Biblioteca Nacional presta a la exposición un ejemplar de “Índice de libros prohibidos”, un grabado de Durero o copias del espistolario de Santa Teresa y una primera edición que hizo Fray Luis de León en 1588.
Manuscritos, la reproducción de la celda, donde estuvo encerrada desde 1576 hasta el 80 y donde escribía con solo una ventana por donde le entraba la luz, sus lecturas de libros de caballería de cuando era niña o su cuarto o dos vídeos son algunas de las muchas piezas que complementan la muestra.
Una exposición que descubre también la vinculación que la escritura tuvo con importantes personalidades de la época, como el rey Felipe II o la duquesa de Alba.
Con San Juan de la Cruz compartió la voluntad de vivir la vida monástica en pleno retiro, oración y humildad, la voluntad también de reformar la orden carmelita. Y fue San Fray Luis de León quien editó sus obras.
“La prueba de mi verdad”, que es un verso de la santa, resume su vida. Un vida llena de libros que son la referencia fundamental de la mística.
“Toda la vitalidad y la gracia con que fueron escritos se ha conservado íntegramente en textos tan señeros como el “El libro de la vida”, que es su autobiografía, en donde habla de su apasionante y turbadora experiencia mística, pero donde también da cuenta de su primera fundación, la del convento de San José de Ávila”, explicó Navarro.
Pero también está “El libro de las Fundaciones”, en el que cuenta su labor reformadora; “Camino de perfección”, con consejos para sus seguidoras, o “Las Moradas del Castillo interior”, donde concibe el alma como un castillo compuesto por siete aposentos en el centro de los cuales se funde aquella con Dios”, concluyó Navarro. EFE