Con honda preocupación se observa un comportamiento, de más grupos de lo deseable, tendiente a culpar a la MUD de los actuales problemas de la oposición. Existe un desconsiderado pase de factura contra el órgano opositor. La verdad es que si no existiera la MUD, habría que crearla, porque es el foro de diálogo, convivencia y acuerdo de los factores políticos que adversan al régimen. No hay sino que recordar que era la oposición antes y después del inicio del articulador trabajo de Ramón Guillermo Aveledo, y tener conciencia del muy difícil rol que la ha tocado asumir a Chúo Torrealba, para valorar a esta instancia supra partido. Más allá que a veces no coincidamos con sus declaraciones, no es conveniente ni estratégico, enfilar las baterías contra ella; de esa manera le hacemos un flaco servicio a la opción por la democracia y jugamos a favor del gobierno. La MUD no es el enemigo, tampoco lo es Capriles, el adversario, para mejor decirlo, no está al lado nuestro, lo tenemos al frente y está muy claro quién es. No nos debilitemos nosotros mismos, que la división de este lado no permite mostrar una opción nítida a quienes se han desencantado de este régimen forajido, lo que ha contribuido paradójicamente a sostenerlo.
En lo que respecta al Desarrollo Urbano y la Vivienda, atendiendo al marco de la descentralización territorial y en cumplimiento del mandato constitucional que le otorga a las alcaldías la potestad en materia de viviendas, se dará cumplimento a esta disposición largamente omitida. En sentido semejante, pero en atención al criterio de desconcentración territorial, se crearán órganos de coordinación regional, por zonas del país, mediante los cuales el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, realizará control y seguimiento del cumplimiento, por parte de los municipios y estados, de los planes, normativas, instrucciones y políticas, que se generen desde el poder central. El recurso humano que laborará en estas instituciones, provendrá del reacomodo que se produzca en los órganos de la administración pública nacional y regional. Esta migración se planificará debidamente, contará con asesoría técnica, cursos de formación e inducción y con la transferencia de equipos y mobiliario. En el manual de referencia para guía de las alcaldías, se incluirá un modelo de estructura organizativa que pueda adaptarse a las circunstancias del caso, así como una descripción de funciones y de cargos, al igual que de otras guías en materia de formatos y sistemas.
En el tiempo que nos queda de transición, debemos investigar, por ejemplo modelos exitosos de empresas municipales encargadas de la producción de grandes lotes de suelo urbanizado, como el caso de Metrovivienda en Colombia. Preparar la normativa legal, definir los modelos y la manera de instruir al personal, diseñar los procesos, es una ardua tarea para lo cual debemos estar preparados y anticipar todo lo que sea posible. Otro aspecto muy importante a estudiar es el modelo chileno de subsidio directo a la demanda, del sector más pobre de la población, cuya distribución la realizarán las alcaldías. Estas serían, junto con la habilitación física de barrios y la restauración de urbanismos populares deteriorados, las actividades fundamentales de los municipios en materia de vivienda, ya que la construcción de apartamentos y casas, incluso de soluciones habitacionales básicas, como las parcelas con servicios, o las unidades baño, serán acometidas por promotores inmobiliarios y constructores privados, que serán los agentes dedicados a producir vivienda sobre el suelo urbanizado, dotados de servicios públicos, como agua, cloacas, drenajes, electricidad, gas, teléfonos, cable, calles y aceras, que haya generado la compañía municipal. La adquisición y habilitación de suelo urbano va a generar buena cantidad de empleo y la construcción de vivienda, estimulada por el reparto a los más pobres de subsidios, también incrementará el empleo en el país.