Venezuela recibe este martes una cumbre del Alba, bloque creado por el fallecido presidente Hugo Chávez y el líder retirado Fidel Castro del que espera apoyo en medio de la creciente tensión con Estados Unidos y de cara a la Cumbre de las Américas, a celebrarse el próximo mes. AFP/ por Gerardo GUARACHE
El presidente izquierdista Nicolás Maduro anunció el domingo la reunión que sostendrán en Caracas los 11 países miembros de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA), luego de que el parlamento venezolano le otorgara superpoderes “antiimperialistas” para gobernar por decreto hasta fines de 2015 en materia de seguridad y defensa.
“Vamos a definir una posición común del ALBA ante la agresión contra Venezuela y ante la Cumbre de las Américas en Panamá”, dijo el mandatario, quien exigió la derogación de la orden ejecutiva firmada por el presidente Barack Obama que califica la situación en el país sudamericano como “amenaza extraordinaria e inusual a la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos”.
Maduro mencionó que estará presente el presidente cubano, Raúl Castro. Pero hasta el mediodía de este lunes, la cancillería venezolana aún no había confirmado la visita de jefes de Estado o gobierno de Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Antigua y Barbuda, Dominica, Santa Lucía, Granada, San Cristóbal y Nieves y San Vicente y Granadinas, miembros del bloque.
– Discurso complicado –
La internacionalista Elsa Cardozo explicó a la AFP que Venezuela construye un “discurso complicado” en el que debe combinar “un mensaje de defensa contra el imperialismo” y, a la vez, “no desalentar el diálogo entre Estados Unidos y Cuba”.
Cuba estará presente en Panamá en abril, tras la petición de su incorporación en la anterior Cumbre de las Américas, realizada en Cartagena (Colombia) en abril de 2012 y ratificada por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en mayo de 2014.
“La clave para entender el discurso (del presidente Maduro) es la búsqueda de estabilidad por parte de su gobierno, que se sabe metido en una crisis, con una gran pérdida de popularidad -que está en 22%, según la encuesta más reciente de Datanálisis- y muchos problemas económicos y políticos”, dijo Cardozo a la AFP.
La analista apunta que el sábado los miembros de Unasur, si bien solicitaron la derogación del polémico decreto firmado por Obama, “no dejaron pasar por alto el tema de que Venezuela está en una situación complicada”, cuando hablaron de “la importancia del mantenimiento del orden constitucional y la más plena vigencia de todos los derechos humanos” en este país.
Aunque Cardozo espera que de la reunión del ALBA de este martes surja una “muestra de solidaridad”, no cree que se emita una declaración “radical”, de manera que no se afecten los intereses comerciales y energéticos de algunos de la países miembro.
Venezuela enfrenta una severa crisis económica, marcada por la escasez de productos básicos y una inflación de casi 70 puntos en 2014, lo que provocó entre febrero y mayo de ese año protestas antigubernamentales que dejaron 43 muertos y cientos de heridos y detenidos.
El ALBA fue creada el 14 de diciembre de 2004 por Chávez (fallecido en 2013) y Fidel Castro (retirado del mando en 2006) como alternativa al ALCA, el Acuerdo de Libre Comercio para las Américas, que promovía Estados Unidos.