Fuera del intento de convertir un directo señalamiento contra los siete funcionarios (seis militares y un fiscal) en una “afrenta patriota”, la denominada “letra chiquita” refleja que Maduro trata a todas luces quitarse esa etiqueta de peligro para los Estados Unidos, al punto que estamos viendo como se pide insistentemente la derogación de las acciones de Obama, al extremo de anunciar una petición escrita en el ¡New York Times!; Si Maduro considera que Obama exageró la medida y la misma es injusta, su respuesta seria dejar de venderle petróleo a EE. UU, pero no lo hace, no se atreve, de ahí que toda esa parafernalia es sencillamente una escaramuza. Pero dejemos a Maduro en su laberinto.
Con respecto a la MUD, es insólito ver como algunos dirigente de la oposición y hasta el propio Cardenal Urosa Savino han declarado que les parece una exageración el decreto de Obama declarando a Venezuela como una amenaza para la seguridad de los EEUU, ¿Será que la iglesia y los dirigentes de oposición, se han dejado envolver por la propaganda del gobierno, al tratar de convertir la sanción del Congreso estadounidense hacia unos funcionarios acusados de violar los Derechos Humanos de muchos venezolanos en las protestas y la política represiva, en “Injerencia Imperialista? ¿En qué planeta viven?, ¿O es que no saben que el régimen Madurista presuntamente ha financiado organizaciones terroristas y les presta refugio en territorio nacional?, ¿No saben que Venezuela siempre vota en la ONU a favor de regímenes totalitarios como Corea del Norte y Siria?, O se hacen los ciegos antes las denuncias que señalan a PDVSA de lavar más de 2.000 millones de dólares a través del Banco de Andorra. Es evidente como el comunicado emitido por la MUD carece de profundidad, de contenido político y de complejidad de elementos que permitan fijar una posición táctica frente a la contundente acusación formulada por el presidente Obama
Cabe destacar que la calificación de amenaza para Venezuela, no es para el pueblo venezolano, esta va dirigida específicamente a quienes compone el “gobierno”. Si un país se siente amenazado por otro, entonces toca a ese otro (en este caso Venezuela), abrirse a discutir los motivos, a buscar las vías diplomáticas para resolverlo y en ningún caso seguir echándole más leña al fuego. Esa actuación del gobierno de Maduro, de seguir fustigando a los EE. UU, en vez de evaluar la situación, revisar profundamente su política de derechos humanos y analizar los cuestionamientos de maltrato a los presos políticos donde muchos han perdido la vida, debió analizarla la MUD antes de apresurarse a fijar posición. Vista la actuación del gobierno nacional después de las medidas, ¿exageró Obama?
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