La empresa española Duro Felguera pagó una fortuna a un dirigente chavista por su asesoría «oral» en la adjudicación de un gigantescto contrato en Venezuela, según la documentación recabada por la investigación española en Banco Madrid, así lo informó El Mundo
CARLOS SEGOVIA
FERNANDO LÁZARO /Madrid
En el informe del Servicio Ejecutivo de Prevención de Blanqueo de Capitales (Sepblac) consta, según fuentes policiales consultadas por EL MUNDO, un sospechoso contrato de Duro Felguera con Nervis Villalobos, ex viceministro de Energía de Venezuela en el régimen de Hugo Chávez. El caso ha sido remitido a la Fiscalía «por indicios de blanqueo» de este cliente venezolano de Banco Madrid. No es el único, en el informe del Sepblac se citan a otros cuatro destacados representantes del régimen de Chávez.
La empresa de consultoría de Villalobos firmó un contrato con Duro Felguera por el que la empresa española le pagaba «un total de 50 millones de dólares, si bien los honorarios se fijan globalmente en un 5,5% de comisión del contrato de adjudicación» por su asesoría en el proyecto energético, según el Sepblac.
La empresa de Villalobos no tenía que hacer nada documentado, sino proporcionar «información generalmente de forma oral, pudiendo también confeccionarse informes escritos si se estimase necesario», según el contrato de media docena de folios firmado con Duro Felguera. Los investigadores consideran insólito pagar 50 millones por informes orales y, además, con una operativa tan extraña, porque Villalobos apareció en escena en el contrato con Duro Felguera después de la adjudicación y sustituyendo a otro asesor.
El calendario de los hechos ha encendido las alarmas del Sepblac. El contrato original de Duro Felguera data del 3 de diciembre de 2008 y fue con otra consultora venezolana llamada Técnicas Reunidas Terca. Pero Duro Felguera se arrepintió y provocó que esta empresa cediera posteriormente -sin penalización alguna- tan jugoso contrato a Ingeniería Gestión de Proyectos de Energía (Ingespre), de Nervis Villalobos.
El objetivo previsto en el contrato, según las fuentes policiales consultadas, era «asesorar para la posible consecución de la obra de una Central Termoeléctrica de Ciclo Combinado de 1.080 MW (Termocentro)». El nuevo contrato de sustitución de Técnicas Reunidas por la del ex jerarca Villalobos tiene fecha de 12 de abril de 2011, pero entre medias, el 4 de mayo de 2009 , la empresa española logró adjudicarse el contrato de construcción de Termocentro para abastecer a Caracas por valor de 1.500 millones de euros y que debía ser concluido en 2013. Según los investigadores, pese a que la adjudicación ya se había producido, el importe del contrato con Villalobos es de los mencionados 50 millones, por lo que pudo estar siempre en la trastienda él mismo o el verdadero destinatario final del dinero.
Ingespre es una empresa venezolana propiedad de Nervis Villalobos y su esposa Milagros Coromoto Torres. Además del matrimonio, también son clientes de Banco Madrid dos sociedades de su propiedad en las Islas Vírgenes y en Madeira, llamadas Kingsway Holdings Overseas y Kingsway, respectivamente.
La versión de Duro
En Duro Felguera respondieron ayer a este diario que «se trata de un contrato totalmente normal y formalizado legalmente». Agregaron que «ningún organismo ha solicitado a Duro Felguera información al respecto ni ha sido objeto de ninguna investigación».
Según fuentes policiales, en el informe del Sepblac se critica que, pese a lo inusual de cambiar de consultor en un proyecto tan importante no haya en Banco Madrid documentación sobre qué experiencia y perfil profesional justificaba tal modificación. Además, se hizo sin cláusulas de indemnización a la empresa anterior. Pese a tanta anomalía, Villalobos movía dinero a su antojo en la filial española del grupo andorrano, donde disponía antes de la intervención de tres millones de euros en sus cuentas. En abril de 2012 transfirió dos millones de dólares a otra cuenta suya en Miami y en marzo de 2014 consiguió que Banco Madrid le hiciera un préstamo de un millón de euros para comprar una vivienda en España con garantía hipotecaria y con pignoración de acciones de la sociedad del venezolano en las Islas.