El británico Phillip Boyle contó su aventura al diario The Gazette. La noche del viernes 20 de marzo, entró a un bar de Middlesbrough y horas después decidió continuar la fiesta en su casa junto a uno de sus amigos, Jamie Blyth.
Al salir del pub, ambos se dirigieron a una estación de servicios a eso de la 01:00, hora local, y compraron alcohol para continuar bebiendo en la casa de Boyle. Pero la ronda se les fue de las manos la mañana siguiente, cuando, todavía borracho, Jamie propuso hace un viaje a Pattaya, una popular región turística en Tailandia.
“Al principio pensé que era una broma, pero después me dijo que allá había varios amigos de Middlesbrough que no veíamos desde hacía tiempo”, contó Boyle.
Aunque no estaba del todo convencido, Phillip accedió y empacó algunos shorts, camisetas, ropa interior y tomó su pasaporte. Juntos subieron a un taxi a cuyo chofer Jamie había llamado previamente y partieron para el aeropuerto de Manchester.
En el camino, Boyle se enteró de que no era la primera vez que Blyth proponía a alguien hacer viajes de último momento; ya lo había hecho cuatro veces antes. Lo supo porque había llamado al mismo chofer de taxi las veces pasadas y éste se lo contó.
Al llegar a la terminal aérea, tomaron el primer vuelo a Tailandia y emprendieron un viaje de más de 18 horas con escala en Abu Dhabi. Phlillip contó al medio británico que le pareció “una mala idea de último minuto, pero una de esas malas ideas que se convierte en una buena idea”.
“Nunca había pensado en ir a Tailandia antes. Hoy estamos en la piscina y a punto de completar nuestra versión de la película ¿Qué pasó ayer?”, explicó.
Los amigos, que compartieron varias imágenes de su sorpresivo viaje, volvieron a Middlesbrough el martes 24 de marzo.
