Se trata de la mujer más admirada, más criticada y más analizada en la historia de Estados Unidos, y a pesar de ser una figura pública desde hace 37 años, a los 67 de edad Hillary Clinton busca una vez más seducir al país.
¿Quién en Estados Unidos no siente familiaridad con la vida de Hillary y Bill Clinton? Han sobrevivido a muchas cosas bajo el mirada de todos desde 1977, el año antes que Bill resultó electo gobernador del estado de Arkansas.
Parte de los archivos de Hillary como primera dama ya se han hecho públicos, y documentos de su confidente Diane Blair, quien falleció en 2000, están disponibles en la Universidad de Arkansas.
Las aventuras sexuales de su marido están allí expuestas con todos los detalles. La propia Hillary recuerda la furia contra su marido y mentor luego del escándalo con Monica Lewinsky, las amenazas de divorcio, y las sesiones de terapia matrimonial.
Unos 22 años más tarde, después de un período como Senadora y cuatro años al frente de la diplomacia en el gobierno de Obama, permanece omnipresente a los ojos del público.
– Origen en la clase media –
Hillary Diane Rodham nació el 26 de octubre de 1947 y se crió en una casa de clase media en Park Ridg, un suburbio de Chicago. Sentía adoración por su madre, Dorothy, pero describió a su padre, Hugh (descendientes de inmigrantes galeses), como una persona rígida.
Hugh Rodham impuso su ética a su hija Hillary, e incluso sus convicciones conservadoras ligadas al Partido Republicano. La familia es Metodista, y Hillary ha permanecido próxima a esa iglesia hasta la actualidad.
En la década de 1960, a medida que avanzaban sus estudios, Hillary conoció de cerca las luchas por los derechos civiles e igualdad de género. En 1969 accedió a la prestigiosa escuela de derecho de Yale, y conoció a Bill Clinton, un rubio alto que cambiaría el curso de su vida.
En 1974 Hillary se instaló brevemente en Washington, y rápidamente se instaló con Clinton en Arkansas. Al tiempo que Bill pavimentaba su camino al cargo de gobernador de ese Estado, Hillary se incorporó a una prestigiosa firma de abogados.
Poco más tarde adoptó el nombre de Hillary Clinton.
– Papel político –
Como primera dama del país, jugó un papel político al punto que llegó a tener su propia oficina en la famosa Ala Occidental de la Casa Blanca. Sus relaciones con legisladores y periodistas rápidamente se descompusieron, y los opositores republicanos la catalogaron como una feminista radical.
Hillary sufrió una intensa humillación con el escándalo Lewinsky en 1998, pero en diciembre de ese mismo año un sondeo reveló que a pesar del caso ella disfrutaba de una enorme popularidad, con una aprobación de 67%.
En 2000 se lanzó a la arena política y consiguió una banca como senadora por el estado de Nueva York. En la campaña electoral de 2004 mantuvo un perfil convenientemente bajo, pero cuatro años más tarde, en 2008, se lanzó con todo para disputar la candidatura presidencial por el Partido Demócrata con el popular senador Barack Obama.
Clinton apostó a la experiencia en vez de centrarse en las cuestiones de género, pero los demócratas prefirieron a Obama para poner fin al mandato republicano de ocho años de George W. Bush.
Electo presidente, Obama mantuvo la unidad del partido al convocar a Hillary para el Departamento de Estado. En cuatro años, Hillary viajó por todo el mundo, consolidando una reputación de estadista, aunque numerosas voces argumenten que nunca consiguió ningún éxito diplomático.
En 2015, Hillary aún carga una imagen maquiavélica, y de acuerdo con la red CNN solamente votantes nacidos después de 1980 la consideran mayoritariamente como “honesta y confiable”.
por Ivan Couronne/AFP