Los cubanos prefieren no hacerse falsas expectativas sobre una pronta normalización de las relaciones con Estados Unidos, aunque quedaron impresionados y felices con el histórico encuentro entre los presidentes Barack Obama y Raúl Castro en la Cumbre de Panamá.
“Jamás nos hubiéramos imaginado que ese encuentro fuera posible, y mucho menos que fuera a darse de una forma tan cordial, franca y respetuosa. Creo que los cubanos quedamos muy impresionados”, declaró a la AFP el músico Jorge Luis Pérez, de 51 años, quien se gana la vida cantando con su guitarra a turistas en La Habana Vieja.
Las imágenes del encuentro que Obama y Castro sostuvieron el sábado en el marco de la Cumbre de las Américas de Panamá, el primero entre los presidentes de Estados Unidos y de Cuba en más de medio siglo, fueron transmitidas en vivo por la televisión estatal cubana, y todavía hoy eran objeto de corrillos en las calles de La Habana.
“Parecían dos galanes y el mensaje que transmitieron al mundo es que realmente quieren abrir una nueva relación, de seguridad, después de tanto años de peleas”, explicó Xiomara Castellanos, ama de casa de 73 años.
Indicó que quedó “maravillada” con un encuentro que “jamás” pensó que llegaría a ver.
– Se mueve, pero no tan rápido –
Resumiendo el sentir de muchos cubanos, el portal de noticias Cuba Contemporánea destacó este lunes que “todo esto era impensable el 16 de diciembre de 2014 y una quimera en diciembre de 2013, cuando aquel saludo breve entre Raúl Castro y Barack Obama en los funerales de (Nelson) Mandela generó reacciones e hipótesis de todo tipo en momentos en que avanzaba ya el hermético proceso de acercamiento que desembocó en el anuncio del 17 de diciembre”.
“Se mueve el proceso entre Cuba y Estados Unidos, aunque quizá no tan rápido como se esperaba tras el 17-D”, añadió.
Para Jorge Broches, de 48 años y jefe de mantenimiento en un hotel en La Habana Vieja, “no hay que hacerse falsas expectativas” tras el encuentro de los presidentes.
Aunque “Obama me pareció realmente honesto y con muy buenas intenciones hacia Cuba, hay decisiones importantes que no puede tomar y que dependen sólo del Congreso” estadounidense, como el levantamiento del embargo económico que Washington mantiene sobre la isla comunista desde 1962.
La reunión “es otro paso” en un proceso de acercamiento que “no se producirá a corto, sino a largo plazo”, expresó el músico Pérez, quien ha incluido canciones en inglés en su repertorio debido a que está creciendo la cifra de estadounidenses que visita la isla.
En cambio, el electricista Gregorio Rodríguez, de 65 años, es pesimista en torno a una nueva relación entre La Habana y Washington “si el gobierno cubano no muestra su interés por mejorar los derechos humanos” en la isla.
– “No confío en Obama…” –
En tanto, Alicia Hidalgo, empleada de una institución cultural, teme que Washington busque a través del acercamiento “destruir” las conquistas de la revolución cubana de 1959.
“No creo en la honestidad de Obama y no confío en los americanos”, afirmó esta mujer de 51 años, subrayando que el propio presidente de Estados Unidos ha reconocido que “sólo han cambiado los métodos, pero que el objetivo sigue siendo destruir a la revolución”.
“Si llegan a venir (los estadounidenses), al principio todo será muy bonito, pero luego le llenarán los ojos a la juventud con sus cosas materiales y vicios. Ellos todo lo que tocan lo corroen “, añadió.
Sin embargo, otros cubanos apoyan la normalización de las relaciones, pues creen que ayudará a mejorar las condiciones de vida en la isla y dejar en el pasado las penurias económicas.
“No quiero morirme sin ver a los dos países viviendo civilizadamente, como deben convivir dos países vecinos”, dijo el músico Pérez.
por Rigoberto DIAZ/AFP