Es evidente que los constantes y crecientes controles gubernamentales aplicados por parte del gobierno al sector económico privado del país, complica aún más la situación que afecta a los venezolanos; lo observamos en las dificultades encontradas para solucionar nuestras necesidades que se convierten en complejidades. No solo por la situación de escasez y altos precios, sino por seguir el gobierno imponiendo más controles, regulaciones y sanciones a los privados que reducen su capacidad de producir y distribuir bienes y servicios. Los cuales cubrían anteriormente todas las necesidades de consumo de los venezolanos.
Cuando analizamos todas las decisiones tomadas por el gobierno en los últimos 13 años, estas han conducido a un proceso de liquidación del sector privado. La evidencia la tenemos en la cantidad de empresas que han desaparecido y el resto han visto reducir su capacidad de producir. Todo ello por los crecientes controles que han sido y están siendo implementados constantemente, así como las excesivas regulaciones que se fundamentan en las “denuncias gubernamentales”, que la escasez y la creciente inflación son responsabilidad de las empresas privadas que en su afán especulativo utilizan estas estrategias de propiciar el desabastecimiento y la subida de precios. Denominada “GUERRA ECONÓMICA”
Con ello pretenden ocultar la cantidad de errores que el gobierno ha cometido, con sus decisiones en políticas públicas aplicadas en materia económica que nos han llevado a la actual situación social que nos coloca, dentro de los 5 países del mundo con mayores niveles de escasez y entre los primeros en niveles inflacionarios, así como con crecientes niveles de pobreza.
Cuando analizamos el marco regulatorio existente en el país y lo comparamos con otros países que tienen un modelo político-ideológico parecido al nuestro, tales como Bolivia, Nicaragua y Ecuador nos encontramos que este no es aplicable en ellos y que por el contrario la estrategia de sus políticas públicas empujan las mejoras sociales con el crecimiento económico liderado por un sector privado fuerte, que no está sujeto a las limitaciones y descalificaciones en que se encuentra el venezolano.
Hoy a las empresas privadas se les limita cada día más en su capacidad de producir y la mayoría de ellas tienen que hacer magia para sostener sus pérdidas y a sus trabajadores. Hasta que las reservas de sus propietarios lo resistan. Así lo han demostrado a lo largo y ancho del país, las que han aguantado y resistido esta incomprensible arremetida por parte de un gobierno que los ve como adversarios y no de los aliados necesarios y convenientes para lograr el desarrollo nacional.
Lamentablemente nos dirigimos a la desaparición de buena parte del conglomerado empresarial privado venezolano y con ello a una desmejora preocupante en nuestra capacidad de consumo y estándar de vida.
NP Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución