La detención de Antonio Ledezma, Alcalde Metropolitano de Caracas, activó la alarma internacional que se tradujo en la solidaridad de líderes de distintas tendencias de pensamiento, incluyendo a connotados socialistas en distintos países del mundo, que privilegian la defensa de los Derechos Humanos por encima de cualquier interés político.
En América Latina, el respaldo a las denuncias sobre violación a las más elementales normas del Estado de Derecho y garantías ciudadanas tras la aprehensión de la segunda autoridad electa en Venezuela, sumó las voluntades de senadores socialistas chilenos, como María Isabel Allende Bussi, hija del expresidente Salvador Allende, el presidente del Senado, Patricio Walker, Juan Pablo Letelier, hijo del ex canciller y ex embajador chileno Orlando Letelier, y Carlos Montes. Allende Bussi, a pocas horas de la detención de Antonio Ledezma, había exigido al Gobierno de Chile, a través de las redes sociales, que emitiera un pronunciamiento ante el escándalo que trajo consigo el despliegue policial desproporcionado activado para detener a la autoridad capitalina.
Por su parte, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, también solicitó la liberación de los presos políticos en nuestro país. Afirmó que no puede involucrarse en las políticas internas de Venezuela por razones de la autodeterminación, pero apuntó que en Brasil hay manifestaciones de oposición y su gobierno no detiene opositores. “No pensamos que la mejor relación con la oposición sea encarcelar a quienquiera que sea (…), si la persona no cometió un crimen, no puede ser encarcelada”, aseveró.
El 15 de abril, el Senado Colombiano aprobó una proposición en la que exige la inmediata liberación del Alcalde Metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, el líder opositor venezolano Leopoldo López, Daniel Ceballos y demás presos políticos venezolanos, como demostración de respeto a la libertad, los derechos humanos y las garantías Constitucionales de Venezuela.
En España, tras reunirse con Mitzy Capriles de Ledezma, la esposa del Alcalde Metropolitano, el ex presidente del Gobierno español Felipe González, dio un paso personal en favor de la Máxima Autoridad de Caracas y de Leopoldo López, líder de Voluntad Popular. González ratificaba así su empeño en favor de la defensa de presos políticos, tal como lo hizo en 1977 en Chile, donde abogó ante el dictador Augusto Pinochet por la liberación de detenidos por pensar distinto.
“Aún siendo una decisión personal, quiero que tengan claro que tiene el apoyo rotundo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en esta defensa de la libertad, de la democracia y de la excarcelación de presos políticos en Venezuela”, afirmó el secretario general del Psoe, Pedro Sánchez, el 23 de marzo, deseando suerte al líder socialista en esta tarea, porque según afirmó “al final de lo que estamos hablando es de la libertad y la democracia en Venezuela”.
El 14 de abril, el Congreso de Diputados de España aprobó un documento en el que exhorta al gobierno español a tomar todas las iniciativas pertinentes para lograr la liberación inmediata de los presos políticos, entre ellos Antonio Ledezma.
El Parlamento Europeo, por su parte, expresó su “profunda preocupación” por la situación política en Venezuela y ha pedido al Gobierno de Nicolás Maduro que libere a los opositores detenidos y a todos los manifestantes pacíficos. Los diputados piden que se “libere inmediatamente” a Ledezma, así como a los opositores Leopoldo López y Daniel Ceballos, “y todos los manifestantes pacíficos, estudiantes y líderes opositores detenidos arbitrariamente por ejercer su derecho a la libertad de expresión y sus derechos fundamentales”.
En definitiva, presidentes, ex presidentes y líderes demócratas de distintas tendencias políticas, exigen el respeto a los derechos humanos, la libertad y la democracia en Venezuela, en especial en los casos de Ledezma, López, Ceballos, los estudiantes y disidentes del Gobierno de Nicolás Maduro.