Venezuela se encuentra sumergida en un largo día lluvioso que en los últimos años ha inundando el país de problemas, que con el pasar del tiempo se agudizan. Es inevitable no escuchar día tras día palabras de desánimo, inclusive saber que algunos piensan que la lluvia nunca va a parar, pero no debemos olvidar que por más fuerte que sea el aguacero, el sol siempre vuelve a brillar.
Para rescatar a nuestro país es fundamental estar convencido de que podemos lograrlo, debemos dejar a un lado las cosas negativas y enfocarnos en las cosas que realmente ayuden a sumar al cambio; por ejemplo: La mayoría de las personas piensa que la situación del país es negativa; es decir, que existe una preocupación compartida, la cual debemos traducir en ocuparnos y dejar de preocuparnos.
Debemos debatir la situación actual del país, pero basándonos en el porqué la necesidad del cambio, no queremos cambiar porque Nicolás hable mal o porque Diosdado no nos guste, nuestra necesidad de cambiar el país es porque simplemente el sistema no funciona, cada día hay más inseguridad, mas inflación, mas colas y por ende menos calidad de vida.
Un país no cambia por sí solo, un país se cambia con ideas, trabajo y esfuerzo. Muchísimas personas afirman que el venezolano es flojo, y particularmente no estoy de acuerdo con esa afirmación. A nuestro país le sobra gente con ganas de trabajar, hay que ver lo que implica para los sectores populares movilizarse hacia el trabajo, escuela, universidad, por no contar un sistema de transporte decente, esto es reflejo de que el venezolano no es flojo.
Para debatir la situación de nuestro país debemos partir de que hay realidades de vida distintas, debemos abrir el compás y ponernos en zapatos ajenos para entender cuál es la visión del otro, que a pesar de que los problemas nos afectan a todos por igual, no se entienden, ni se viven de la misma manera, lo que para unos puede ser obvio, para otros no.
Mientras el régimen siga destruyendo el país el cambio llegará, cada día son menos los que alguna vez se enamoraron de la mentira romántica que pintaron, y los debemos sumar a esta cruzada, con respeto y sin insultos; los únicos culpables de la crisis que vive el país son los que “gobiernan”.
Unas palabras que leí y me alegraron mucho: “Dentro nuestros corazones sabemos que para Venezuela lo mejor está por venir” no perdamos ni la fe, ni el optimismo y como diría el gran Renny Ottolina: “Sólo aprendiendo y trabajando podremos salir de abajo porque (…) no conozco otra manera”.
Aarón Rodríguez Moro – @RodriguezAaron