El ingeniero de Google que murió en Nepal el pasado sábado en una avalancha causada por el devastador terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter que devastó el país llevaba encima una conmovedora carta escrita por un amigo, que no podía leer hasta que hubiera alcanzado la cumbre del monte Everest, que pretendía escalar, publica ABC de España.
Dan Fredinburg, uno de los cuatro americanos cuya muerte se ha confirmado hasta ahora, estaba explorando la zona con el objetivo de digitalizarla para el popular servicio de mapeo del gigante tecnológico, Google Maps.
No se sabe si Fredinburg pudo leer la misiva antes de fallecer. Su amigo Max Stossel, autor de la misiva, la ha subido a Facebook y ha abierto una cuenta en CrowdRise, una página de internet especializada en proyectos de «crowdfunding», con el objetivo de recaudar dinero con fines benéficos. Hasta el momento han conseguido recaudar más de 36.000 dólares.
En la carta se puede leer:
«Dan (dan dan dan)
Debes estar muy alto para estar leyendo este eco escrito. Todas las personas que conocemos y amamos finalmente van a morir (morir morir morir). Cuando lo hacen, dejan atrás sus historias.
Esas historias se cuentan y se transmiten, impactan en las vidas de los demás hasta que son historia (historia historia historia). Tu historia ya ha impactado enormemente en la mía, para bien. Con cada aventura regresas con historias que la mayoría de la gente no soñaría experimentar ellos mismos (mismos mismos mismos).
Gracias por empujar a la raza humana para que sea más grande, más atrevida, y vivir la vida de verdad en vez de sobrevivir a ella (ella ella ella).
Te quiero, hermano. Por favor regresa con historias (historias historias).
E incluso si no lo haces… Todos estaremos horrorizados, entristecidos y con el corazón roto por no poder crear nuevas historias contigo, pero también vamos a saber que ya has vivido el equivalente de al menos 100 vidas.
Eres un campeón.
Te deseo un seguro, maravilloso y espectacular viaje.
Con cariños,
Max Stossel (ossel ossel)»
Junto a la carta, Stossel colgó un pequeño epitafio a modo de despedida, escrito cuando ya tenía conocimiento de la muerte de su amigo.
«Ayer perdí a uno de mis mejores amigos. Uno de los seres humanos más queridos que he tenido el placer de conocer. Dan es la persona más interesante, aventurera y humana que he conocido. Era un justiciero como los que solo existen en la ficción, alguien que se preocupaba de los demás tanto que a veces le costaba mirarles a los ojos. Alguien con quién siempre te podías divertir. Alguien en quién pienso todos los días cuando me encuentro con un problema, porque me planteaba «¿Qué haría Dan?».
Según Stossel, el ingeniero también llevaba consigo otras cartas que le habían entregado su novia y su familia. «Espero que al menos haya podido leerlas», concluye.