La celebración del Primero de Mayo en diversas partes del mundo mostró el nuevo contexto surgido tras la distensión entre Cuba y Estados Unidos, el apoyo a los inmigrantes, además de las tradicionales reivindicaciones laborales y la tensión causada por grupos radicales.
La principal marcha por el Día Internacional de los Trabajadores en Cuba tiene este año el simbolismo de ser la primera que se celebra en el contexto de la nueva etapa de normalización de relaciones con Estados Unidos.
El presidente cubano, Raúl Castro, y su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, presiden el multitudinario desfile en la Plaza de la Revolución de La Habana, que está dedicado a respaldar a la revolución cubana, la integración regional y a Venezuela.
Castro y Maduro fueron recibidos con aplausos en la explanada, donde también asisten otros dirigentes del Gobierno cubano, líderes de la Central de Trabajadores de Cuba y más de 2.000 invitados extranjeros de diferentes organizaciones.
En Alemania, miles de personas se sumaron a las marchas convocadas por los sindicatos en un ambiente más festivo que reivindicativo, tras la instauración del salario mínimo interprofesional en el país, aunque la jornada quedó empañada por los incidentes protagonizados en Weimar por unos 40 neonazis que interrumpieron el acto sindical.
La agresión concluyó con al menos 5 personas heridas y 29 detenidos, según fuentes policiales.
Las elecciones municipales y regionales del próximo 24 de mayo y el elevado índice de desempleo, con más de cinco millones de personas en el paro, marcan las manifestaciones en España con motivo del Día del Trabajo.
En 80 ciudades han sido convocadas movilizaciones por los principales sindicatos del país, Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), bajo el lema “Así no salimos de la crisis. Las personas son primero. Acabar con la política de recortes”.
En Francia, el sindicato mayoritario CGT, junto con FSU, Solidaires y Unsa, se dieron cita en París contra la austeridad del Gobierno, mientras que la CFDT convocó un “festival” joven en la capital, Force Ouvrière eligió Burdeos (sur) para desplegar su artillería y los sindicatos CFTC y CGC renunciaron a participar en los actos.
El ultraderechista Frente Nacional (FN), que cada primero de mayo rinde homenaje a la patriótica figura francesa de Juana de Arco, retiró hoy de la celebración oficial al fundador y presidente de honor del partido, Jean-Marie Le Pen, por sus recientes declaraciones antisemitas.
La presidenta del FN, Marine Le Pen, que en dos ocasiones sufrió la protesta de activistas de la organización feminista Femen, lanzó una diatriba contra la inmigración masiva, le islamismo, la Unión Europea, su moneda única y los grandes partidos de Francia: el Partido Socialista de François Hollande y la Unión por un Movimiento Popular (UMP) de Nicolas Sarkozy.
En Italia, los principales sindicatos reclamaron mejoras para los trabajadores del país pero también para los inmigrantes, por lo que pasaron la jornada en el municipio de Pozzallo, en la región de Sicilia, un lugar que recibe numerosos inmigrantes rescatados en alta mar.
Grecia vivió hoy un Primero de Mayo singular, pues por primera vez un gobierno salió a la calle al lado de sus ciudadanos para reclamar los mismos objetivos: acabar con las políticas de austeridad y restaurar los derechos laborales.
Mientras, en Bélgica, los principales partidos políticos y sindicatos participaron en los tradicionales discursos del Día del Trabajo. Así el sindicato mayoritario, la CSC, organizó una manifestación a la que asistieron 500 personas para protestar contra las políticas del Gobierno de coalición que dirige el liberal francófono Charles Michel.
En Holanda las celebraciones se desarrollaron en la misma línea que en el país vecino, aunque estuvieron marcadas por las críticas a esta festividad desde el partido liberal VVD, uno de los integrantes de la coalición gubernamental.
Por lo que respecta a Turquía, la policía, que controló el acceso al centro de Estambul para evitar celebraciones en la plaza de Taksim, detuvo al menos a 150 personas durante las primeras horas de esta mañana, según el Colegio de Abogados de esta ciudad.
La prensa turca recoge también el arresto de al menos 30 miembros del Partido Comunista que pudieron colarse en esa plaza y se resistieron al desalojo formando una cadena humana.
En Sudáfrica, la central sindical mayoritaria, la oficialista COSATU, movilizó a miles de trabajadores en su acto central en la ciudad de Durban y en otros puntos del país.
La principal reivindicación de COSATU, que forma parte del Gobierno del Congreso Nacional Africano (CNA), fue la adopción de un salario mínimo interprofesional para Sudáfrica, que sigue sin regularizar los sueldos de los trabajadores 21 años después de la caída del “apartheid”.
En Tailandia, aún bajo el poder de los militares, se pidió elevar el salario mínimo diario de los 320 a los 360 bat (de los 8,7 a los 9,8 euros) y en Filipinas, los sindicatos reclamaron al presidente del país, Benigno Aquino, los millones de puestos de trabajo que prometió crear cuando comenzó su mandato en 2010.
Camboya, Indonesia, Malasia y Vietnam también celebraron el Primero de Mayo con actos oficiales y manifestaciones. EFE