Este miércoles, un equipo especializado en medicina forense inició las labores de identificación de las 12 osamentas halladas entre el lunes y martes en tres fosas comunes del sector El Tanque, en La Mulata, municipio Pedro María Ureña, en medio de un despliegue policial y militar que conllevó a restringir el acceso a la prensa, incluso a las adyacencias de la morgue del cementerio municipal y también a la del Hospital Central de San Cristóbal. Así lo reseña lanacion.com.ve / Miriam Bustos
Desde la madrugada, funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana y de la Guardia Nacional, en un dispositivo que muchos consideraron innecesario, tomaron ambas instalaciones, luego que se decidiera que la identificación de las víctimas se llevaría a cabo en la Sala de Anatomía del Hospital Central, y no en la reducida morgue del cementerio a donde fueron llevados inicialmente los restos humanos.
Se conoció que serán seis expertos los que se encargarán de esta diligencia legal: cuatro médicos patólogos y un odontólogo forense, todos del estado Táchira, así como un profesional de la antropología forense proveniente de Caracas.
Conocedores de la materia afirmaron que se trata de un trabajo arduo y agotador, que se podría extender por un largo tiempo, toda vez que cada una de las pruebas a las que someterán las osamentas deberán coincidir entre sí, para entonces determinar la identidad de cada una de las víctimas.
Además del tema de la prueba antropológica, que principalmente busca determinar la edad y maduración ósea de cada uno, la odontología forense, que adicional a determinar, entre otros, la edad dental y elaborar un odontograma con fines identificativos; la genética juagará un rol primordial, puesto que será a través del ADN que finalmente, al compararlo con un posible familiar de cada una de las víctimas, se establezca con certeza la identificación.
Mientras esto ocurre, aumenta la posibilidad de que entre las víctimas halladas en las tres fosas a comienzos de semana en la frontera, sobre todo en Ureña, pudieran estar incluidos varios de los jóvenes desaparecidos en extrañas circunstancias el año pasado, en la fronteriza población tachirense.
La incertidumbre que sienten los familiares de estas personas solamente irá mermando a medida que cada una de las 12 osamentas sea plenamente identificada, situación que se dará a conocer apenas esto ocurra, toda vez que el gobernador del estado, José Vielma Mora, se comprometió a hacerlo a través de una rueda de prensa.
Guerra entre paramilitares
Precisamente, al referirse a este tema, el mandatario regional declaró el martes que la tesis que se maneja con respecto a esta matanza, que a su juicio habría ocurrido hace cuatro o cinco meses, de acuerdo con la data de muerte, se pudo suscitar en el marco de la guerra que existe entre paramilitares en la frontera colombo-venezolana, tanto por controlar el narcotráfico como el contrabando de alimentos y combustible al vecino país.
Dijo, sin embargo, que esta tesis está bajo investigación. Aunque aseguró que el Ministerio Público ya tiene información sobre la identidad de algunas de las víctimas, prefirió ser prudente al manifestar que “cuando tengamos todo, daremos una rueda de prensa con nombres, apellidos, quiénes son, cuáles bandas criminales, el modus operandi”.
Resguardo del sitio
Se pudo conocer que la zona donde fueron localizadas las fosas, en el sector El Tanque, en La Mulata, municipio Pedro María Ureña, aunque no está militarizada, sí se encuentra resguardada por efectivos del Ejército. Se ignora si la búsqueda de otras fosas comunes continúa, o si las labores en este sentido finalizaron.
Aunque representantes de la prensa venezolana no tuvieron acceso al lugar de los hallazgos, periodistas de Colombia lograron llegar al sitio a través del corregimiento San Faustino, y en un video que sobre este hecho publicó el diario La Opinión, hacen mención de que a unos 50 metros de las fosas localizaron una casa rural abandonada, donde pareciera que mantuvieron cautivas a las víctimas por un tiempo, a las que también presumiblemente torturaron. Según la grabación, allí las autoridades colectaron evidencias de interés criminalístico.
Describen que “las fosas fueron ubicadas a 50 metros de una casa, la que, según las autoridades del vecino país, funcionaba como un centro de homicidios, torturas y secuestros, donde presuntamente tenían a las víctimas antes de asesinarlas. Según se ha podido establecer, la masacre se cometió a finales de 2014, no obstante, el olor nauseabundo que emitían los cadáveres era bastante fuerte”.
“La vivienda, de tres habitaciones y una cocina rústica, construida con láminas de zinc y palos, lucía desolada. Solamente había un colchón, restos de ropa, y algunos químicos. En el lugar se quemaban los residuos de comida y plásticos”.
En cuanto a la autoría del hecho, la prensa colombiana también hace referencia al delincuente neogranadino conocido con el alias de ‘Cara de niña’, entre los diez más buscados en el estado Táchira, y quien dirige en Ureña y San Antonio el grupo paramilitar Los Urabeños.
Sobre esta masacre, la canciller colombiana, María Ángela Holguín, declaró en una cadena radial que intervendrá ante el Gobierno venezolano para conocer la identidad de las víctimas y los móviles de los hechos, en vista de que no solo existe una cifra no precisada de personas desaparecidas en Táchira, sino también en Norte de Santander, y el vecino país quiere descartar que alguno de sus ciudadanos esté entre las 12 víctimas de la matanza.
Tres fiscales del Ministerio Público comisionados
El Ministerio Público comisionó a las fiscales segunda nacional auxiliar, 20º y 8º del Táchira, Grendy Duque, Marelvis Mejía y María Arthaona, respectivamente, para investigar la muerte de las 12 personas halladas en avanzado estado de descomposición y que estaban enterradas en fosas, en el municipio Pedro María Ureña de la referida jurisdicción.
Actualmente, las fiscales de Ministerio Público coordinan las diligencias de investigación y experticias practicadas por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, orientadas a determinar la identidad de las víctimas y establecer las responsabilidades penales derivadas de este hecho, señala nota de prensa del órgano fiscal.
Esta situación fue detectada entre el lunes 4 y martes 5 de mayo, por efectivos de la policía científica, que hallaron las osamentas en la vía La Mulata del sector Los Tanques, de Ureña.