Una de las aficiones más extendidas en las personas es el viajar. A la mayoría le gusta conocer otras culturas, para lo cual muchos optan por reservar habitación en un hotel. Pero aquí surgen muchas dudas y Jacob Tomsky, que trabajó durante años en hoteles de lujo de Nueva Orleans y Nueva York, desvela en su libro ‘Heads in Beds’ algunas de ellas. ElCorreo.com
En este trabajo indica que pocas cosas en un hotel ocurren por casualidad y que casi todo depende del comportamiento del huésped en recepción, lugar donde se asignan las habitaciones en función de diversos factores como son el tipo de estancia; las vistas; el piso o los extras.
Tomsky dice que una actitud maleducada por parte del cliente puede volverse contra él porque “siempre hay una habitación peor que la que estaba asignada” y esto lo sabe bien el recepcionista, que conoce a la perfección las habitaciones más ruidosas, las más incómodas o aquellas con problemas añadidos en el baño, el teléfono o la televisión.
Errores de los clientes
Entre los errores más corrientes que cometen los clientes este exgerente asegura que hacer el “check in” mientras se habla por teléfono -como si la recepción fueran un “cajero automático”- , llamar al recepcionista por su nombre de pila o no dar alguna propina puede tener sus consecuencias negativas a la hora de que le asignen una habitación peor que otra. Para Jacob Tomsky la primera impresión y la buena educación es la puerta de entrada para conseguir una buena habitación.
Otra cosa distinta es si la reserva se ha hecho en alguna web de las llamadas de “última hora” o en ofertas puntuales de las páginas de descuento. En estos casos Jared Simon cofundador de Hotel Tonight asegura que “los hoteles se muestran interesados y satisfechos en efectuar “descuentos” al permitir llenar habitaciones que, de otra forma, permanecerían vacías”. Estas habitaciones son las “restantes” y aunque se insista en recepción normalmente no se podrán cambiar. ¿Son peores estas habitaciones? Desde la Confederación Española de Hoteles aseguran que no. Suelen ser estancias dobles que varían dependiendo de las características del hotel, no es lo mismo un establecimiento de playa -donde las de orientación al mar serán más caras a uno de ciudad con precios más elevados según suba el piso de la habitación- o la época del año, ya sea alta, media o baja.
Tipos de habitación
Tampoco es lo mismo si se viaja solo, en familia o en pareja o las expectativas depositadas en el hotel por eso hay que conocer los distintos tipos de habitaciones y la categoría de los establecimiento -no es lo mismo alojarse en un hotel de dos estrellas que hacerlo en otro de categoría superior de cuatro o cinco-.
Por norma general las habitaciones se clasifican en: Sencillas, Dobles, matrimoniales, Tipo Suite -junior suite, doble o presidencial-.
Las habitaciones sencillas tienen una cama individual, mobiliario básico y cuarto de baño. Las dobles se diferencias de las sencillas únicamente en la cama que pasan a ser dos mientras que las matrimoniales tiene cama matrimonial, que, dependiendo de la categoría del hotel puede ser con cama doble, cama “queen” o “king”. Las habitaciones triples son las que tienen dos camas, más una adicional y las comunicadas son -normalmente- dos dobles unidas por una puerta interior.
Las suite -que suelen estar fuera de las webs de descuento- van desde la sencilla que consta de un dormitorio con baño y salón. El dormitorio posee el mobiliario básico de toda habitación, con dos camas individuales o una matrimonial. La suite doble tiene dos dormitorios, uno con cama matrimonial y otro con dos camas individuales, cada dormitorio con su baño. Además tiene un salón.
La suite presidencial -solo disponible en alojamientos de categoría superior- tiene varios dormitorios con sus baños, salón y en ocasiones comedor y cocina, dependiendo de la categoría del hotel.