Con el mismo nombre que el mítico caballo blanco alado Pegaso, bautizó el cineasta David Meinert a su fiel compañera. Pegasus, una perra de la raza Gran Danés, fue rescatada de un un criadero ilegalque se dedicaba enteramente al negocio de la cría descontrolada de cachorros con fines lucrativos.
Como era de esperar, el estado de salud de Pegasus cuando fue rescatado a sus 4 semanas de vida, no auguraba un buen pronóstico. Además de haber sido una de las pocas supervivientes de su camada, Pegasus sufre un defecto en su pigmentación que suele asociarse a la pérdida de visión y la sordera.
Al vivir con este handicap, Meinert decidió documentar, mediante la técnica de time-lapse, todos los días que Pegasus y él pasarían juntos, logrando el hermoso resultado.
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