Un nuevo producto amenaza con revolucionar el mercado de las bebidas energéticas en Estados Unidos, un área de millonarios beneficios económicos en aquel país. Pero más allá del negocio, resalta que la creadora del elixir enlatado es una venezolana de solo 25 años, ganadora del concurso de emprendedores de Google. Panorama
Mati Energy se impuso a otros 11 proyectos, a comienzos de abril. El que Tatiana Birgisson presentó fue el único que no perteneció al campo tecnológico. Su victoria se constituyó en todo un batacazo en la competencia efectuada en la sede de la multinacional ubicada en Mountain View, Carolina del Norte.
Uno de los ganchos de la bebida fue su perfil saludable, algo innovador en el campo de las energéticas, desde hace tiempo bajo la lupa de los expertos por sus efectos contra la salud, especialmente de tipo cardíacos.
Birgisson es una economista mitad venezolana (por parte de madre), mitad islandesa, graduada en la Universidad de Duke, donde ya había ganado antes un concurso de emprendedores. Aquel logro universitario vino con un premio de 11.500 dólares, que le sirvieron luego para comprar las latas para envasar la bebida que ahora comienza a competir con el gigante Red Bull.
El jurado de la competición de Google se propuso hacer cumplir la filosofía de la empresa especializada en productos y servicios ligados a internet y tecnologías, al premiar una idea novedosa y que reflejara los nichos frescos del mercado. Y allí apareció Birgisson con su producto que empezó a desarrollar desde su casa, en la época de estudiante, en una olla para cocinar pastas.
Uno de los ingredientes clave del Mati Energy, además del sello creativo venezolano, es la guayusa, una planta amazónica que después del café es la que más cafeína posee. Las hojas de esta planta también contienen altos niveles de theobromise, un estimulante que puede ser encontrado en el chocolate negro.
Las propiedades naturales de la planta en cuestión no pasaron inadvertidas para el ojo curioso de la venezolana. Por algo los cazadores del Amazonas consumen sus hojas para mantenerse alertas y con energías por tiempo prolongado. Y por algo ellos llaman a la guayusa la vigilante nocturna.
Birgisson invirtió gran cantidad de tiempo en ensayos para crear la fórmula hoy conocida. A pesar que al principio todo nació a partir de una especie de pasatiempos, luego se dio cuenta que podía pensar en grande. Y a partir de allí, estuvo siempre consciente que para pegar duro debía marcar diferencia con lo ya conocido, de lo contrario, sucumbiría ante las tradicionales energéticas.
Mati, como se le conoce a la bebida, tiene solo 45 calorías por lata e, incluye, además de ingredientes como la guayusa, concentrado de manzana, de cerezas o limón. Birgisson no se ha cansado de explicar que el producto no tiene azúcar, ni elementos artificiales ni preservativos.
Se espera que, a partir de mayo, Mati eleve la venta hasta unas 25 mil latas al mes.
En la página web de la bebida se puede leer que Mati tiene propiedades antioxidantes y que la composición nutricional evita la alteración de los nervios asociada con otras bebidas energéticas. Resalta la presencia de vitamina c (un cuarto de una naranja), potasio (media banana), magnesio y 15 aminoácidos.
Entre el jurado del concurso estuvo el inversionista y fundador de AOL (empresa de servicios de internet y una gama de medios), Steve Case, quien dijo que Mati está llamado a revolucionar su segmento. Para él, el sector de alimentos mueve más de cinco mil millones de dólares en el mundo al año, con márgenes de crecimiento para las bebidas saludables.
Giovani Rodríguez, un emprendedor, autor y conferencista en el liderazgo organizacional, marketing y tecnología social, escribió un artículo para Forbes sobre Mati y la industria de las bebidas. En dicho escrito, Rodríguez dice que tras un trabajo de investigación que realizó el año pasado, constató que no hay mucho que resaltar en el mercado de las bebidas azucaradas, carbonatadas, de dieta o a base de jugos. Sin embargo, afirmó que el panorama es positivo para las energéticas. “Este es precisamente el mercado que Birgisson está tratando de trastornar, porque esta categoría podría cambiar. De suceder así, el cambio vendrá con un poco de ciencia y, por supuesto, un montón de agallas”, dijo el también cofundador y CEO de SocialxDesign, una empresa de consultoría de tecnología social.
Con Google, Birgisson ganó para su compañía 100 mil dólares, además de la oportunidad de exhibir el producto ante un abanico de inversionistas.
La propuesta de la venezolana superó a lo expuesto por Level Eleven, una empresa de Detroit, desarrolladora de una plataforma que mide y mejora el funcionamiento de los equipos de venta. Esta plataforma estaba entre las favoritas al recibir la mayoría de los votos del público. Otro de los participantes en Mountain View fue 75 Fahrenheit, un servicio diseñado para mejorar la eficiencia de los sistemas de aires acondicionados en las oficinas.
Las bebidas energéticas aparecieron por primera vez en Asia, en la década de los 60. Pero el “boom” de estas se inició en los 80, cuando Dietrich Mateschitz, tras una visita a países del suroeste asiático, se llevó la idea de estas bebidas a su natal Austria, donde lanzó Red Bull. En la década siguiente, ya tenía presencia en EE UU. La Revista Discovery Salud dice que desde 1997, en EE UU “se desencadenó una tendencia de comercialización cada vez más agresiva de este tipo de productos”.
Una investigación de la Universidad de Michigan, concluyó que un tercio de los adolescentes norteamericanos entre 13 y 18 años consume algún tipo de bebidas energéticas.
Bien es sabido que muchas grandes ideas se cocinan en la etapa universitaria, pero la mayoría de estas terminan desapareciendo. De allí, parte del mérito de Birgisson. Ella cuenta que tomaba mucho té, hasta cuatro tasas diarias. “Llegó un momento que me cansé, así que comencé a preparar mi propio té en una gran olla, en mi cocina”.
Una y otra vez Birgisson experimentó en sus fórmulas. Entre sus amigos la distribuía para que la aprobaran o desaprobaran. “¿Cual debe ser el nivel correcto de azúcar o de carbonatación?”, se preguntaba repetidamente. Pero una de las interrogantes más importantes giraba en torno a ¿cuál era la cantidad idónea de cafeína y cómo colocarla en la bebida sin alterar mucho su sabor? Su investigación la llevó hasta la guayusa, el ingrediente natural clave que la transportó hasta la fórmula ahora premiada y comercializada. “¡Oh!, esta es la fórmula”, recuerda que exclamó cuando encontró el balance ideal de los ingredientes.
Con su creación, Birgisson demostró una vez más que el talento venezolano no tiene límites. El tiempo dirá qué tanto Mati revolucionará el mercado de las bebidas energéticas.