La innovación culinaria del venezolano fue obligada. Lo tradicional no es barato. Un kilo de queso blanco puede significar el 8% del salario mínimo. Un cartón de huevos cuesta 250 bolívares en urbanizaciones de Naguanagua. Familias comenzaron a utilizar lo que en teoría era más accesible: el atún como relleno de las arepas. El Carabobeño
Pero ahora ese rubro también falta en los anaqueles. La escasez de divisas golpea todos los sectores. “Será que vamos a comer arepa, con arepa” dijo un consumidor decepcionado. Mientras, sus ojos examinaban de abajo hacia arriba las opciones de sardinas y pepitonas en un comercio privado de la avenida bolívar de Valencia.
Lo socialista no es garantía
El pasillo del atún en el Abasto Bicentenario Valencia estaba parcialmente vacío. Este jueves solo había sardinas y pepitonas con etiquetas en inglés. Los empleados responden todos con la misma rapidez, casi automática, a la pregunta. “Atún no hay”.
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