El país está a la deriva, empujado por las tormentas oscuras de la maldad, estremeció las terribles bajas pasiones de los seres humanos, emergió la fuerza del odio y la confrontación empujando el barco para que el timón se le escapara de las manos al Gobierno y los venezolanos, como bien lo expresó el historiador Ángel Rafael Lombardi en su artículo sobre las guerras en el mundo “el odio y el rencor como llaves de la historia, como mecanismo profundo que moviliza las más bajas pasiones humanas. Desatada la revancha, el conflicto y el olor de la sangre por doquier, se hizo indetenible, corroborando las dudas de Dios sobre un proyecto humano evidentemente fallido”.
Reiteradamente la historia nos recuerda, no repetir proyectos humanos fallidos, el plan de la patria junto al castrismo y ahora chavismo son tragedias para los pueblos, en especial los más pobres, no se puede llegar al poder, ofreciendo odio y revancha, freír cabezas de los adversarios es incitar la venganza, sacar lo peor de los seres humanos, hundirnos en bajas pasiones sin sentido, es la negación absoluta de Dios.
La reconciliación en Venezuela es imperativa, solo a través de un encuentro fraterno y solidario entre todos los venezolanos saldremos de esta triste historia que retrasa el progreso y bienestar de todos.
Un cultivo de antivalores se fue sembrando en nuestra sociedad, hoy hemos tocado fondo, obligados a volver emerger es necesario beber el antídoto del perdón y el reconocimiento mutuo, capaz de devolvernos el bienestar general que tanto anhelamos los venezolanos.
@lombardijose