Desde inicios de año el gobierno cortó las alas a un buen grupo de venezolanos que planificaba viajar fuera del país. El primer obstáculo que puso fue cuando sugirió a las aerolíneas internacionales que vendieran los boletos en dólares y el segundo la drástica reducción del cupo viajero mediante la Providencia 011del Ministerio de Economía, Finanzas y Banca Pública.
CARMEN SOFÍA ALFONZO/El Nacional
Las restricciones generaron un reacomodo en el sector turístico del país: quienes no puedan salir al exterior en las próximas vacaciones se volcarán a los destinos nacionales, coincidieron el presidente del Consejo Superior de Turismo, Ricardo Cusanno, y el director de la Asociación Venezolana de Mayoristas y Empresas de Representaciones Turísticas, Julio Arnaldes.
El reciente aumento de los pasajes aéreos nacionales, autorizado por el Ministerio de Transporte Acuático y Aéreo y el Instituto Nacional de Aviación Civil, colocó obstáculos al crecimiento del turismo porque los incrementos que tendrán los boletos de manera gradual hasta diciembre serán entre 132% y 400%.
Una familia venezolana promedio, que según el Instituto Nacional de Estadísticas está formada por 5 integrantes (mamá, papá y tres hijos), en agosto deberá desembolsar 74.000 bolívares por un paquete todo incluido (boletos aéreos, alojamiento, traslados desde y hacia los aeropuertos, comidas y bebidas alcohólicas nacionales) de 3 días y 2 noches en Margarita, que es el principal destino turístico del país. Es en la isla donde se prevé se concentren los viajeros que no puedan salir más allá de las fronteras.
En 2015 adquirir este paquete turístico es 523,52% más caro que en 2012, cuando un paquete todo incluido para Nueva Esparta estaba en 11.868 bolívares (3.159 bolívares por adulto y 1.850 bolívares por niños), según los anuncios publicitarios de ese año.
Arnaldes precisó que los paquetes que se están vendiendo para las próximas vacaciones están aproximadamente en 25.000 bolívares por adulto y 8.000 por niño. El de un menor de 12 años de edad es más alto al salario mínimo que comenzará a regir a partir de julio, 7.421,66 bolívares y el pago por un adulto es 3 veces mayor a esa remuneración.
El director de Avemarep, no obstante, aclaró que las personas que comúnmente adquieren estos productos no pertenecen a los estratos sociales bajos de la población. Agregó que las alzas de los boletos nacionales no han impactado negativamente la demanda. “La gente sabe que en una economía como la venezolana esos aumentos se vuelven sal y agua en poco tiempo”.
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