El gobierno está preso, tiene las manos atadas. El presidente Nicolás Maduro no puede tomar las drásticas decisiones que necesita la economía, por el costo político que representarían –su baja popularidad se desplomaría–, y entonces lo único que hace, valga la redundancia, es no hacer nada. Así opina el presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, quien advirtió que mientras el chavismo ostenta pasividad, las dificultades empeoran y los rojos se topan con una vieja amenaza en política: los gobiernos no ganan elecciones en medio de crisis económicas. Por Alex Vásquez S/ El Nacional
Eso se refleja en los números de encuestadoras como la propia Datanálisis, Delphos o Venebarómetro. En los últimos sondeos de esas firmas hay coincidencias: el rechazo a la gestión del gobierno es alto, la popularidad del presidente es baja y el deseo de cambiar las cosas a través del voto, en las parlamentarias de este año, también es alto. De acuerdo con Félix Seijas, director de Delphos, casi 80% de la población está dispuesta a participar en los comicios y casi 80% del país considera que es necesario un cambio.
Seijas indicó: “Entre los que quieren cambio, llama la atención que hay muchos chavistas. El chavista radical quiere que Maduro cambie algunas cosas, pero esos son pocos. El moderado no ve el cambio con Maduro e incluso estaría dispuesto a evaluar a opositores”.
Según Datanálisis, más de 70% de las personas consultadas afirma que desea participar en las parlamentarias. ¿Por qué? León lo explica y desmonta un viejo mito: “La gente en la crisis se vuelve sensible y su expresión natural es el voto. Es mentira que las crisis económicas son disparadores de una explosión social, golpes de Estado o salidas radicales. Vasta ver los ejemplos de China o Rusia”.
El último estudio de Venebarómetro muestra cifras más modestas, pero no por eso menos impactantes: 67,3% de la gente no confía en Maduro como presidente, 70,3% está convencida de que el gobierno es corrupto, y 65,6% considera que debe darse una salida constitucional. Además, 68,3% tiene una evaluación negativa del gobierno.
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