“No hay anticonceptivos, tampoco antihipertensivos, mucho menos medicinas para los parásitos, ni complejos vitamínicos, ni para el dolor de cabeza… Lamentablemente no llegan los despachos que solicitamos a nuestros proveedores”, explica el farmaceuta Fidel Hernández, mientras atiende a los clientes en la farmacia, ubicada en la calle Rosario de Cabimas. Panorama
Hernández explica que la escasez de medicamentos se acentúa cada vez más, y está llegando en un punto tan alto que los enfermos han dejado de tomar tratamientos porque no consiguen lo que el médico receta.
“Cuando atendemos a los usuarios la frase más recurrente que les decimos es “no hay” . Tenemos una lista de 13 proveedores y diariamente hacemos la solicitud, pero el despacho apenas llega a un 30% y es muy poco para atender la demanda”, resaltó con preocupación.
El problema de escasez de divisas asignadas a los laboratorios y el contrabando hacia Colombia genera el principal problema de fuga de medicinas de botiquerias y farmacias. “Tengo 60 años en este negocio y nunca antes había visto una escasez tan grande. La gente se resigna y se está acostumbrando a no encontrar los productos, lo que empeora la calidad de vida del ciudadano”, advirtió.
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