Tercera vía (Third way), es el nombre que se ha dado a una serie de aproximaciones teóricas y políticas, que sugieren un sistema de economía mixta y el centrismo o reformismo como ideología. En la práctica política, estas posiciones rechazan la validez absoluta de las filosofías tanto del laissez faire como del mercado totalmente controlado del marxismo-leninismo. Promueven la profundización de la democracia y enfatizan el desarrollo tecnológico, la educación y los mecanismos de competencia regulada. En el caso venezolano, queremos ir más allá. Es la tercer vía entre el populismo clientelar, gendarme-militarista vs. una falsa social-democracia, igualmente clientelar y pragmática a la saga del poder.
La situación en Venezuela es mucho más compleja que la simple dicotomía, mercado libre vs. economía centralizada, o la autarquía legal opuesta a la dictadura del proletariado. Lo que ahora importa es el rescate de la democracia y los DDHH, más la maximización de la producción en un esquema que los recursos, ni son infinitos (Petróleo), ni totalmente moldeables (Condición de Samuelson), a los intereses del Estado o de lo privado. En nuestro país el chavismo (1998-actual) ha adoptado una posición contralora de los recursos públicos y de los ciudadanos, mientras sus oponentes no dejan de entrever una costura difusa, “social-demócrata”, rentista, clientelar y centralizadora, que concibe el desarrollo económico bajo el modelaje petrolero (ver literal 75 del documento de MUD/Cien soluciones para Venezuela). En este documento, el federalismo real y auténtico, la diversificación y la desconcentración del poder, queda desplazado por el centralismo de Estado. En otras palabras: ni milicianos rojos ni progresistas azules, renuncian a los privilegios que le concede el “Estado-botín”. Y atención, no hablamos de privatizar Pdvsa. Nos referimos a dejar de tenerla como latrocinante de un “Estado niñera”, sofocador de sí misma, de las libertades y de la capacidad de los individuos.
En 1963 el catalán Ramón Trias i Fargas, publica su libro: ¿Entre el Capitalismo y el Comunismo, un Tercer Camino?. Parafraseando al profesor Trias i Fargas, nos preguntamos: ¿Entre la MUD y el chavismo, un tercer camino? Si después de la II Guerra Mundial filósofos como Muller-Armack comprendieron que “lo humano es más importante que el mercado mismo”(ver también Alfred y Hans-Gunter Krusselberg), y sí The third way de Bill Clinton o Tony Blair (Nuevo laboralismo, Nueva vida para Gran Bretaña), dieron el toque tercerista en Europa y en América, como toque reformador de políticas de desregulación, descentralización y reducción de impuestos, disminuyendo la sobredependencia del Estado al tiempo de aumentar la productividad y el sentido de responsabilidad personal, plantear en Venezuela una tercerización político-
En el contexto de América Latina, fue lapidario lo que predijo Ricardo Lagos en su discurso, Hacia una tercera vía latinoamericana. “En nuestra región, el acento debe estar en incluir a los excluidos, mejorando la vida de éstos, sin que ello ocurra a expensas del resto. La idea es que nadie pierda en el proceso de inclusión social, para lo cual se requiere, simultáneamente, progreso material y progreso social…”. Visiones similares han sido expresadas por el ex presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso. “Esas aspiraciones de justicia social, eficiencia, crecimiento y desarrollo; libertad y democracia, exprésense como se expresen, representan las ideas y aspiraciones que han llegado a constituir el objeto de la práctica política contemporánea”.
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