Al coincidir en conversaciones sobre el tema de la huelga de hambre de los valerosos dirigentes venezolanos Leopoldo López y Daniel Ceballos, el clamor es siempre el mismo:” Tirarse hasta morir nada soluciona”. Para muchos es rogar no entregar sus vidas en medio de esta cruzada por la democracia.
Otros que observan la muerte como una solución estratégica a la crisis que valientemente López y Ceballos y ahora 58 mas compatriotas persisten en conseguir, coinciden con los primeros que la participación de quienes arriesgan la vida por la patria, en el futuro es de invalorable utilidad.
Para el instante de salir este escrito, la reseña sobre la suspensión de inanición por parte de Daniel Ceballos estará en las agencias y medios de comunicación de habla hispana principalmente a nivel extra continental.
El anhelo se cumple, como acontecerá por igual al ver Leopoldo López y los restantes cincuenta y seis en igual actitud. Las renovadas gestas por venir necesitan a todos frente a la multitudinaria marcha por la libertad y el respeto a las leyes que continua su andar como el pasado 30 de mayo cuando se dieron cita cientos de miles en la calzada metropolitana y del interior del país por igual.
La medida de ayuno es una intención de protesta y presión para lograr aspectos puntuales ya que el deterioro de la salud es un imponderable que bien podría llevar a sucumbir a quienes calculadamente practican tal extremo, aun después de haber logrado su fin.
Lamentable y doloroso seria perder compañeros de lucha en resguardo del gentilicio ante un porvenir que se deslastra de regímenes tiránicos y gobernantes autocráticos.
La exitosa cita en calles ya es un logro por encima del mando y su entorno como también la Mesa de La Unidad Democrática. El Partido Socialista de Venezuela, sus reales dirigentes de base, ven partir la militancia hacia
el encuentro de sus antagonistas para reclamar por los males comunes que ya son penurias sociales en el todo poderoso país rico asaltado por mafias del caribe insular y mexicano.
Luego de la visita del sacerdote católico Presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana Diego Padrón al resignado Daniel Ceballos, este quien ya se encuentra en lamentable estado de salud suspende la desquiciada condición en la seguridad que los designios planteados se habrían logrado al advertir que los ojos del mundo voltean hacia Venezuela y palpan la verdadera magnitud de su desgobierno .
Maduro Moros no asiste a la audiencia papal al percatarse que la libertad de los presos es una condición a la cual el jefe de la iglesia católica, Papa Francisco, no renuncia ni espiritual ni políticamente. Luego el Papa recibiría a los jóvenes abstinentes a las puertas de la iglesia de Cristo.
El arribo del ex presidente español Felipe González y el no permitirle ver los detenidos logra un efecto multiplicador sobre la tragedia venezolana. González es el dignatario por la paz y la justicia; Maduro muestra la cara de la intolerancia y perversidad al disponerse ver morir a quienes desde la cárcel son los verdaderos conductores de las aspiraciones del ciudadano de a pie. El fronterizo insiste en mostrarse cual déspota.
Un conglomerado liberador , por la muerte si es necesario, de la nación se ubica en lugares céntricos del mundo y se privan de alimentos indefinidamente. Las NN.UU en Nueva York,
La OEA en Washington, El Vaticano en Roma, El Parlamento Europeo en Bruselas , acogen con prontitud los reclamos y emiten comunicados o manifiestan su preocupación. Un alto funcionario de la O.N.U recibe a los inapetentes.
Monseñor Diego Padrón en declaraciones indica:” …desde el punto de vista objetivo yo creo que esa medida extrema en Venezuela no funciona porque estamos ante un gobierno que no presta atención a ninguna de esas acciones”.
Los venezolanos avanzan en la consecución de metas. A llegado el momento de suspender la abstinencia y regresar a casa donde los seres queridos esperan para renovar esfuerzos por el terruño secuestrado. En momentos de vida en riesgo, roguemos a tu Dios, al mío , al de todos por la libertad de los dirigentes y los apresados de conciencia.