Javier Ignacio Mayorca
jmayorca@el-nacional.com
El hombre participó en el paro de tres días consecutivos para llamar la atención de todas las instancias de gobierno, relacionado con la creciente inseguridad en la zona. Las protestas siguen. El viernes volvió a estar cerrada la vía de Caucagua con el mismo reclamo. El transportista explicó que a los asaltos y muertes de los conductores que circulan por los municipios que están entre Acevedo y Pedro Gual ahora se añade la extorsión.
Los choferes —según su relato—, así como comerciantes de Tacarigua comenzaron a ser víctimas de “boleteo”, o cobro de vacuna, como si se tratase del área fronteriza con Colombia. En su caso, la exigencia fue de 10.000 bolívares mensuales para permitir la operación de los dos vehículos que posee para transporte público.
“Nos asesoramos con algunos policías y nos advirtieron que si pagábamos nos convertiríamos en la caja de ahorros de las bandas. Algunos lo hicieron. Yo decidí que no”, recordó.
A quienes no pagaran le ocurriría lo mismo que a un socio de su línea, cuya buseta fue secuestrada a comienzos de mayo. La encontraron hecha añicos en la “zona de paz” de El Delirio.
Una de las consecuencias de esta situación es que luego de las 6:00 pm difícilmente se encuentra un transportista dispuesto a recorrer la troncal 9 y sus alrededores. Por otra parte, la flota que recorre la zona se ha reducido a un tercio de lo que era en 2013.