A través de un comunicado, la Federación Venezolana de Golf se pronunció luego de una pancarta colocada en la cerca que colinda con la residencia del Embajador de Suiza y el hoyo 3 del campo de golf del Caracas Country Club, donde señala que según la Convención de Viena sobre las Relaciones Diplomáticas, dicha residencia es “Territorio Suizo (…) Lanzar pelotas en esa propiedad es un peligro, y es una violación a la Convención”. En este sentido, la Federación manifiesta que “no sentimos pues, ningún temor de estar atacando territorio suizo (…) Intentar amedrentar a los golfistas con esa falacia merece calificativos que preferimos omitir por respeto”.
A continuación el comunicado:
LA FEDERACIÓN VENEZOLANA DE GOLF ha leído con estupor una pancarta colocada en la cerca de la residencia del Embajador de Suiza, presumiblemente por el personal de esa misión diplomática, en el hoyo 3 del campo de golf del Caracas Country Club, donde se afirma erróneamente que según la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas el terreno donde está ubicada la Residencia del Embajador de la Confederación Helvética es territorio suizo, lo que implicaría que una pelota de golf que caiga en ese inmueble habrá salido de territorio venezolano y estaría ubicada en Suiza.
Estoy seguro de que quien escribió esa pancarta no consultó pues en ningún modo la Convención de Viena acoge a la idea de la extraterritorialidad de las sedes diplomáticas extranjeras, sino a la de su inviolabilidad y su protección por parte del Estado Receptor. No hay nada en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas que permita establecer relación jurídica alguna, ni en Venezuela ni en Suiza, entre la Confederación Helvética y los golfistas que practican este deporte en los campos del Caracas Country Club, por desafortunada que pueda ser su puntería. No sentimos pues, ningún temor de estar atacando territorio suizo si una pelota de golf va a parar a predios de su Embajada. Intentar amedrentar a los golfistas con esa falacia merece calificativos que preferimos omitir por respeto y admiración al país que representa.
LA FEDERACIÓN VENEZOLANA DE GOLF quisiera aclararle a la misión diplomática helvética lo siguiente:
1- El Caracas Country Club, que por cierto es club fundador de la FVG, fue construido y fundado muchísimo tiempo antes (1921) (hay que buscar esa fecha) de que existiera esa residencia, que por cierto no SIEMPRE estuvo ocupada por la representación Suiza. Por lo tanto, cuando el Gobierno Suizo decidió ubicar en ese inmueble la Residencia del Embajador lo hizo con el conocimiento de que el mismo colindaba inmediatamente con un campo de golf, lo cual comporta ciertos riesgos menores de accidentes deportivos que no fueron juzgados como un peligro para esas instalaciones de modo que voluntariamente asumieron esos riesgos.
2- Que cada jugador que practica el golf en Venezuela al ser afiliado a la FVG tiene automáticamente un seguro expedido por una reconocida firma aseguradora que ampara al jugador en caso de cualquier accidente a terceros. Si un hecho de un golfista pudiera ser considerado como causante de un daño ilegítimo dentro del recinto de la residencia suiza, la ley venezolana (y no la suiza) protege a la víctima de ese daño, quien tendría derecho a obtener reparación, si todos los requisitos legales que rigen al responsable se llenaran. En ese evento, no sería necesario demandar a nadie ni renunciar a la inmunidad diplomática conforme lo prevé la mentada Convención de Viena (Art. 32), pues la aseguradora indemnizaría los daños causados directamente.
3- Nadie en su sano juicio pensaría que el jugador de golf al golpear a bola lo haría con el propósito de causar un daño, sobre todo estando esta representación diplomática fuera de los límites de la cancha o sea “out of bounds”…no se tiene tanta “puntería”.
4- Nos extraña esta reacción desmedida ya que en Suiza se práctica el golf y ha sido sede de grandes campeonatos entre ellos los mundiales de golf amateur en la ciudad de Lausana donde por cierto Venezuela participó. En el Club de Golf de Ginebra colindando con sus canchas de golf se encuentra la residencia del embajador de la Costa de Marfil. estamos seguros que el Gobierno Federal Suizo, y las autoridades del Cantón de Ginebra y la Municipalidad de Cologny, no permitirían un letrero similar, amen de que a la Embajada marfileña jamás se le hubiera ocurrido tamaña gaffe diplomática.
5- También nos extraña que esa misión diplomática no esté enterada de que existen otras viviendas de misiones diplomáticas que limitan con los campos de golf del CCC y de otros, tanto en la gran Caracas como en otras ciudades de Venezuela y del mundo.
6- Nos permitimos sugerir que para mantener el alto prestigio del que merecidamente goza su país en el ámbito internacional, que ordene cuanto antes el retiro de la desconcertante pancarta a la que nos referimos.