Defensoría del Pueblo de Colombia condena insensatos ataques de las Farc

Defensoría del Pueblo de Colombia condena insensatos ataques de las Farc

Foto: El Defensor del Pueblo Colombiano, Jorge Armando Otálora Gómez / defensoria.gov.co
Foto: El Defensor del Pueblo Colombiano, Jorge Armando Otálora Gómez / defensoria.gov.co

La Defensoría del Pueblo de Colombia consideró hoy “insensato e injustificable” el ataque a una estación de Policía en el departamento de Nariño, frontera con Ecuador, que dejó siete civiles heridos, entre ellos una niña de 12 años, reseña EFE.

Según la entidad, guerrilleros del frente 29 de las FARC activaron ayer dos artefactos explosivos cerca de la estación de Policía del municipio de Barbacoas, en el suroeste del país.

“La Defensoría considera insensato e injustificable realizar atentados como el perpetrado ayer (martes)”, señala un comunicado de la entidad que agrega que “más lamentable aún resulta que entre las personas más delicadas por esta acción violenta, se encuentra una niña de tan solo 12 años de edad”.





La entidad recordó que desde el pasado 22 de mayo, cuando las FARC suspendieron el cese al fuego unilateral e indefinido, se han registrado 30 ataques de esa guerrilla.

La Defensoría rechazó “las últimas demostraciones de violencia de ese grupo armado ilegal y confió en que rectifique sus acciones frente a los colombianos”.

De otro lado, la Defensoría envió una comisión al municipio de Teorama, en el departamento de Norte de Santander, frontera con Venezuela, en donde ayer guerrilleros que todavía no se sabe si son de las FARC o del Ejército de Liberación Nacional (ELN) dinamitaron un tramo del oleoducto Caño Limón-Coveñas.

Ese ataque, perpetrado en el caserío de Filo Guamo, que hace parte del corregimiento de El Aserrío, produjo un incendio que obligó al desplazamiento de 30 familias y el crudo vertido contaminó la quebrada la Cristalina, que desemboca en el río Catatumbo.

El oleoducto Caño Limón-Coveñas, de 780 kilómetros de longitud, transporta el crudo extraído de los campos petroleros de Aracia (este), hasta el puerto de Coveñas, en el mar Caribe.

La Defensoría del Pueblo constató los daños en algunas viviendas aledañas al río Catatumbo, así como la muerte de animales domésticos y silvestres por el vertido de hidrocarburos, añade el informe de la entidad.

Otro atentado de la guerrilla contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas dejó sin agua a los 16.000 habitantes del municipio de Tibú porque el crudo cayó al río del mismo nombre del que se abastece la población.