Definitivamente la crisis económica por la que atraviesa el país, hizo que comer pescado se convirtiera en un lujo. El pescado es una de las principales fuentes de nutrientes que intervienen en la concentración, la memoria y el rendimiento intelectual, por eso se recomienda a los estudiantes consumirlo.
Pero los altos precios impiden que muchos venezolanos lo puedan consumir. Y no estamos hablando de bacalao o salmón, que constituyen sin dudas exquisiteces inalcanzables. Es el pargo rojo que en los supermercados se vende el kilo en 1.216 bolívares. Un pescado de estos por muy pequeño que sea, su precio no baja de los 300 bolívares.
En 1.101 bolívares está marcado el kilo de atún y el de jurel en 486. El filete de merluza se ofrece en 625 el kilo y el pescado entero en 615. Lo único con bajo precio es la sardina que cuesta 95 bolívares el kilo.
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