Rafael Araujo, mejor conocido como “el hombre del papagayo”, estuvo presente en el foro “Venezuela: Ilusión, Realidad o Ficción”, organizado por Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice) este martes 30 de junio de 2015 en Caracas.
Ricardo Sánchez Silva / La Patilla
Como de costumbre, un contundente mensaje llamó la atención, previo al inicio de las actividades en el lugar. “Araminta González, sufre tratos crueles y degradantes”, se leía en su particular soporte de protesta, que se ha convertido en un ícono de las marchas de la oposición.
En un encuentro que sostuvo Leonardo Padrón con este personaje, revela su inicio en esta forma pacífica y peculiar de protesta. Araujo alzó por primera vez su papagayo en una multitudinaria marcha contra el gobierno de Chávez, diez años atrás (2005), con la palabra “libertad”.
“El hombre del papagayo parece rescatar el uso ancestral de ‘los pájaros del viento’, como se les llamaba en China hace dos mil años. Entonces era usado para el envío de señales durante las guerras. Hoy, Rafael Araujo, libra su propia guerra contra el régimen con una originalidad tal que remueve las aguas de nuestra infancia”, relata Padrón.
Araminta González, ¿presa sin pruebas en su contra?
En su mensaje levantado en la sede de Cedice, “el hombre del papagayo” menciona a Araminta González. Se trata de una joven de 33 años, T.S.U en Procesos Químicos, quien fue detenida el 24 de julio de 2014, un día después de que allanaran su vivienda.
Esta es Araminta González presa, torturada, sin juicio y con cargos falsos por 1 año. Su crimen? Ser químico pic.twitter.com/XfcXpUhJ5H
— Nitu Pérez Osuna (@NituPerez) junio 28, 2015
Inicialmente, González fue acusada de terrorismo, pero al no encontrar pruebas en su contra, ahora recaen sobre ella los cargos de asociación para delinquir, agavillamiento e instigación a la violencia. Sus abogados han denunciado que “le arrancaron el cabello, le envolvieron la cabeza, las manos y los pies en periódico, con tirro. La envolvieron en unas colchonetas para golpearlas con tubos” y terribles daños psicológicos.
El periodista, José Domingo Blanco, escribió en su columna de Runrun.es, que la detenida “no ha cometido ningún delito, ni tampoco existen pruebas en su contra. Solo el testimonio de unos “patriotas cooperantes” quienes la convirtieron en el blanco de su ira. Bastó el testimonio de estos sapos para armarle un expediente y fabricarle un prontuario”, en el que la acusan de fabricar bombas caseras, que jamás fueron encontradas.
La audiencia preliminar de Araminta fue diferida para el 23 julio “por la incomparecencia del Ministerio Público, Fiscalía 20 Nacional”, expresa Blanco.