Tras perder la final de la Copa América ante Chile, la selección argentina regresó esta madrugada a Buenos Aires sumida en el silencio y bajo un intenso frío.
Después de casi dos horas de vuelo, la plantilla que conduce Gerardo Martino aterrizó en el Aeropuerto Internacional de la localidad de Ezeiza cerca pasadas las 3:30 de la mañana.
Tras empatar sin goles en el tiempo reglamentario, el conjunto albiceleste sucumbió en los penaltis (4-1) ante Chile y sumó su tercera final continental con derrota, ya que había caído en las definiciones de las ediciones Perú 2004 y Venezuela 2007 ante Brasil.
Sin realizar declaraciones y con un autobús que esperaba al pie del avión para no pasar por la terminal aeroportuaria, la plantilla argentina recorrió los cuatro kilómetros que lo separan del predio de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
Este camino, que el año pasado tras la derrota en el Mundial Brasil 2014 estuvo colmado de público para saludar a los subcampeones, esta vez mostró tan sólo unas cincuenta personas que desafiaron la madrugada y el intenso frío, con un termómetro que marcaba temperaturas bajo cero.
Luego de este traspié, que significó no poder cortar una sequía de 22 años sin títulos internacionales de selección mayor, el conjunto albiceleste tiene programada como próximas presentaciones dos partidos amistosos en septiembre en Estados Unidos.
La única fecha confirmada es el 8 de este mes frente a México el estadio AT&T de Arlington, Texas; mientras que tres días antes falta la confirmación oficial para un duelo ante Brasil en una ciudad a designar también en territorio estadounidense. EFE