Existen muchas dudas relacionadas sobre lo que debes o no cenar. Y la respuesta es más fácil de lo que crees: Cena ligero e incluye siempre verduras y proteína. Todo tiene que ver con las cuestiones hormonales y procesos fisiológicos reparadores que se generan en las noches, reseñó Salud180
Si los niveles de insulina están altos (cuando cenas azúcares o harinas refinadas), los de hormona de crecimiento están bajos y viceversa. La hormona de crecimiento es la responsable de quemar grasa y ganar músculo; y se libera principalmente en la madrugada, cuando llevas alrededor de seis horas de ayuno, pero, ¿cómo mantengo estos niveles equilibrados?
¡No te comas de noche todos los carbohidratos que deberías haber comido en el día!
El cuerpo no tiene la habilidad de “administrar” lo que te comes en “una sentada” y distribuirlo como si lo hubieses comido en el transcurso del día. Si te cuidaste y no comiste harinas, pero en la noche te das un atracón de pasta, pan o arroz; para tu cuerpo es un exceso y acumulará lo que no necesite en forma de grasa.
Peor aún, al ser la noche un momento en que baja la actividad física, estás siguiendo el mejor proceso para incrementar el tamaño de tu cintura. ¡Ojo! Doble daño, entre más grasa acumulada en el centro del cuerpo, más riesgo de enfermedades cardiovasculares, metabólicas; y menos liberación de testosterona y hormona de crecimiento.
Evita el cereal en la noche, ni aunque sea “light” o de grano entero
El cereal, así esté fortificado, de grano entero, o con extra fibra; es un alimento que aporta mucha energía que no utilizarás por la noche, así que lo más probable es que lo acumules como grasa. Por eso mi sugerencia es que si quieres algo dulce, mejor te comas un platito de fruta con yogur griego o queso cottage.
¿Fruta en la noche? Depende del tipo
Te recomiendo que sean frutos rojos (manzana; fresas, zarzamoras, grupo de los berries) o cítricos (toronja, naranja, kiwi). Y de preferencia combínalos con frutos secos (nueces, almendras, pistaches) que tienen proteína y grasas saludables –omegas-. Si te encanta lo cremosito, un poco de queso cottage o yogurt griego es buena opción.
¿La cena ideal…existe? ¡Sí! Ensalada verde con jitomate, un poco de aguacate, aceite de oliva; un puñito de semillas o frutos secos y proteína, ya sea pescado (salmón, sardina, atún) o tofu. ¿Por qué? Es rica en fibra, vitaminas y minerales; ácidos grasos esenciales, omegas y proteína animal de alta calidad.