El primer ministro griego, Alexis Tsipras, se mostró confiado este miércoles en que su gobierno podrá responder a las exigencias de sus acreedores antes del fin de semana, fecha límite que le impusieron sus socios de la zona euro para alcanzar un acuerdo sobre una ayuda financiera a Atenas.
“No dejemos que Europa se divida”, dijo Tsipras en un discurso ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo (este de Francia), asegurando que “lograremos responder a las exigencias de la situación, por el bien de Grecia, de la zona euro y del interés económico y geopolítico de Europa”.
“Lo que llamamos la crisis griega es la incapacidad colectiva de la Eurozona para hallar una solución a una crisis de la deuda, es un problema europeo” para el que “se necesita una solución europea” y así evitar “una ruptura histórica” de la Unión Europea, agregó.
Tsipras se opuso a las recetas “recesivas”.
“Mi patria fue durante cinco años el laboratorio de la austeridad, pero el experimento no fue exitoso” a pesar del “enorme esfuerzo de ajuste” consentido, dijo.
“Nuestro programa se concentra en las verdaderas reformas” para luchar contra el clientelismo, la corrupción, la evasión fiscal y las injusticias, agregó subrayando que “cuento con el acuerdo de (nuestros) socios sobre estas prioridades”.
En el discurso de apertura del debate ante el pleno, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, recordó que la zona euro fijó el martes por la noche un ultimátum “hasta el fin de semana” a Atenas para presentar un programa creíble de reformas y ajustes fiscales para evitar “el peor escenario”, una salida de Grecia de la zona euro. AFP